En caso de que hoy comiencen a fallarles las señales de telefonía móvil, quizás no sea buena idea llamar a sus operadores para reclamarles que una vez más su servicio es un desastre; puede ser que se trate de las consecuencias de la mayor tormenta de radiación provocada por una erupción solar desde 2005.
La erupción ocurrió el pasado domingo 22 de enero y lanzó un golpe de partículas solares energizadas con dirección a la Tierra a una velocidad de unos 2.000 kilómetros por segundo y que estaría alcanzándonos hoy mismo. El fenómeno recibió una valoración de “fuerte”, simbolizada como “S3” y podría causar masivas interferencias en las comunicaciones. El NOAA clasificó la llamarada como una M8,7 y confirmó que no había habido ninguna de tal magnitud en los últimos siete años.
Además podría exponer a los pasajeros de aviones a riesgos de radiación (como precaución a los vuelos polares se les cambiarían sus rutas), como también interrumpir las operaciones de satélites y afectar las comunicaciones radiales.
Pese a las alteraciones, se asegura que el hecho no significa ningún riesgo para la gente en la Tierra. De igual manera, la NASA espera que los seis astronautas que se encuentran en la Estación espacial Internacional no sufran “efectos adversos”.
En el link a continuación pueden apreciar secuencias de la liberación:
Link: M8.7 Solar Flare and Earth Directed CME (NASA)