El Senado aprobó por 33 votos a favor y 0 en contra la Ley de Antenas, que elimina los “bosques de antenas”, o concentraciones exageradas de estas estructuras.
El proyecto estuvo 10 años en debate en el Congreso, hasta que el gobierno le puso urgencia a la iniciativa, lo que logró que el proyecto pasara por todos los trámites en un año.
La normativa tendrá efectos retroactivos (es decir, en algunos casos habrá que retirar antenas donde no se cumpla con la nueva ley) y se establecen principios precautorios en salud según recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. Se fijaron también condiciones más estrictas de distancia para la instalación de torres en áreas cercanas a hospitales, escuelas, asilos de ancianos y jardines infantiles.
La nueva ley impulsa además la “colocalización”, es decir, que las compañías compartan el uso de las antenas. También se favorece la mimetización de los soportes (disfrazarlas de palmera), la instalación de antenas de menor tamaño y medidas de mitigación.
También la construcción de torres de tres metros o más requerirán un permiso previo de las direcciones de obras municipal, y deberán ser informadas a los vecinos 30 días antes.