China se convirtió en el segundo país que logra realizar un acoplamiento automático como parte de un programa espacial tripulado (el primero fue la URSS), sumado al hecho de que su nave Shenzhou-8 completó de manera exitosa su misión que se extendió por 17 días.
Todo comenzó el 31 de octubre pasado cuando la nave no tripulada Shenzhou-8 fue puesta en órbita, consiguiendo acoplarse con la primera estación espacial china (la Tiangong-1) dos días después.
El pasado día 14 de noviembre ambas estructuras se separaron alejándose unos 140 metros una de la otra, para posteriormente volver a acoplarse de manera automática.
Dos días después (el 16 de noviembre) ambas naves se volvieron a separar -esta vez de manera definitiva- con la finalidad de que la Shenzhou-8 regresara a la Tierra.
Finalmente y luego de completar el proceso de reentrada de manera exitosa, la nave china logró “aterrizar” en Mongolia ante la atenta mirada de personal encargado de la operación de rescate de la nave.
De esta manera concluye una de las misiones más importantes del programa espacial chino, el que contempla el envío hacia la estación Tiangong-1 de la primera tripulación de astronautas en el transcurso del próximo año.
Link: Chinese spacecraft lands safely in Mongolia (The Guardian)