Más complicado que explorar cuerpos a miles de unidades astronómicas, es saber cómo es el centro de nuestra propia Tierra; donde se gestan los campos magnéticos y los terremotos que tanto sufrimos. Los experimentos que buscan emular las condiciones que más o menos suponemos que hay allá abajo, son justamente eso: inexactos por desconocer las reales características de las primeras capas de la bola que habitamos.
Pero unas nuevas instalaciones de transmisión de rayos X podría mejorar este aspecto y dar una idea más fidedigna de lo que ocurre en el núcleo terráqueo. El European Synchrotron Radiation Facility (ESRF), ubicado Grenoble, Francia, está inaugurando su nuevo rayo ID24, que comenzará a ejecutar experimentos la próxima primavera (boreal). El aparato permitirá a los científicos registrar temperaturas y presiones exactas en los metales que interactúan en el centro del planeta y así estudiarlos y comprenderlos de mejor manera. De igual manera, se podrán estudiar nuevos catalizadores químicos y tecnología de baterías, entre otras reacciones atómicas.
Todo esto a través de un sincrotrón (un tipo de acelerador de partículas) con el que se aprovecha la radiación electromagnética de las partículas para generar imágenes científicas. Las fuentes de luz del sincrotrón implementa una serie de campos magnéticos para doblar dicha radiación en diferentes longitudes de onda de luz.
Opera lanzándole un intenso rayo X a una muestra y observando la manera en que absorben los rayos los átomos de los diferentes elementos al interior de la muestra.
La línea de luz posee detectores de germanio que pueden tomar hasta un millón de mediciones por segundo, según el ESRF. De esta manera, los científicos podrían tomar una pequeña muestra de hierro, ponerlo en la línea de luz y calentarla a las temperaturas del núcleo terrestre y ver qué sucede.
El ID24 es el primero de ocho nuevos rayos de luz del ESRF y forma parte de una mejora de US$245 millones.
Link: Super-Powerful X-Ray Beam Will Probe the Center of the Earth (Pop Sci)