Después de temores y especulaciones sobre dónde caería el satélite UARS, el aparato entró a la Tierra en la madrugada de hoy sobre el Océano Pacífico Norte, hacia el este de Estados Unidos.
“El momento exacto de reingreso y la ubicación de los restos del impacto todavía deben ser determinados. NASA no tiene reportes de heridos o daños a la propiedad”, agregó la agencia.
El satélite se demoró un poco más de lo esperado en volver a la Tierra, retrasando su ingreso de ayer en la tarde a hoy en la mañana. El aparato, que estuvo 20 años orbitando nuestro planeta, perdió su trayectoria cuando comenzó a acercarse mucho a la Tierra, lo que hizo completamente impredecible su lugar de caída.
Actualmente, los satélites se diseñan para tener un sistema que permita controlar su caída cuando vuelven a entrar a la Tierra, sin embargo eso no existía cuando se creó el UARS.
Se estima que la mayor parte del satélite se desintegró al ingresar a la atmósfera, pero lo que sobró se debería haber dividido en 26 pedazos que caerían en un área de unos 800 km.