Si hay algo que seguramente tiene nerviosos a los coleccionistas de cómics, es el hecho de que sus historietas favoritas probablemente perderán su valor. O tal vez lo aumenten. En este mundo, en el que todo cambia, ya no se sabe.
Me explico: ustedes ya se han enterado de los precios estratosféricos que alcanzan las primeras ediciones de los cómics en los que nuestros héroes predilectos hicieron su debut. Tiene un cierto valor tener el Action Comics 1, además del económico. Es una parte de la historia de la cultura pop. Sin embargo, DC Comics ha decidido un par de cosas. La primera, que va a cambiar radicalmente a algunos personajes y levemente a otros, cosa que los que han comprado y leído cómics por mínimo 10 años saben que pasa cada cierto tiempo. Y la otra: todos los títulos regresan al #1, sin excepción.
¿Qué quiere decir eso? Que en septiembre de este año, después de que terminen un par de sagas en DC, ustedes podrán ir tranquilamente a su tienda de cómics predilecta (el miércoles en Estados Unidos, generalmente un día después en el resto del mundo) y tomar un Action Comics #1 en sus manos y sin pagar cientos de miles de dólares o tener que usar guantes especiales en una cámara despresurizada. Pasará lo mismo con todos los personajes, incluyendo a Flash, Wonder Woman, Batman y Superman. Algunas de sus historias serán distintas, cambiarán los orígenes y otros se mantendrán de una manera muy similar a la actual, como en el caso de Green Lantern. Una de las razones de DC Comics es para atraer a esos nuevos lectores que se sienten intimidados por lo avanzado de las historias y el número de fascículos de cada título.
Boom.
No tengo idea de qué van a hacer para empatar ciertas continuidades que no van a tocar mucho con las que cambiarán por completo. Por ejemplo, ahora Supergirl será una adolescente con los poderes de un dios, pero sin guía ni conciencia. Superboy es un experimento al que convierten en un arma. Dick Grayson regresa a ser Nightwing. Y el nivel de atractivo que pude tener para cualquier mujer guapa acaba de llegar a cero.
Entre los encargados de darle duro al botón de reset de la casa de Superman y Batman estarán Grant Morrison y Geoff Johns. Y vaya que habrá cambios importantes. Es decir, una de las características identificables de Superman, por ejemplo, es el traje. La capa, el escudo (mejor conocido como “la ese”). El color. Y, claro, el hecho de que tiene una suerte de pañal rojo por fuera de los pantaloncillos. Eso va a cambiar en Superman #1, en donde veremos a un Hombre del Mañana con un traje que, a pesar de que conserva los elementos habituales, tiene detalles que lo hacen un poco más alienígena. Eso y que el speedo rojo se ha convertido en un pequeño cinturón.
Que empiecen a correr las apuestas. Yo voy 3 a 1 a que habrá miles de cartas de fans enfurecidos y que en algún momento borrarán esta continuidad y regresarán a la numeración habitual. Aunque se tarden un año. Después del salto, una galería de portadas de los títulos que se avecinan.