Este avión tiene complejo de helicóptero y de buggy al mismo tiempo. Tiene tremendos patones y es capaz de aterrizar y volver a despegar en una “pista” de apenas ocho metros (aterriza en cinco y despega en tres). Fue creado por un padre y su hijo en Virginia, Estados Unidos para una competencia justamente de aterrizaje y despegue en distancias cortas.
Para lograrlo, sus neumáticos de 90 centímetros tienen una presión de apenas 3 psi, con lo que absorbe todo el impacto del aterrizaje sobre piedras y alteraron el ángulo de las alas y agrandaron el motor para que tenga hasta 210 caballos de fuerza y logre levantarse casi en horizontal.
¿Hay truco? ¿Viento? Si lo hay, no me parece significativo.
Si ya es asombroso verlo frenando en el aire para caer sobre la pista, no se pierdan el reinicio de su vuelo. Todo, tras el salto:
Link: Video: Super Cub Pilot Needs Mere Feet to Take Off (Wired)