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¿Están listos? La secuela del título más esperado del 2009 llega para seguir la guerra entre la ISA y los Helghast. Guerilla nos promete balaceras por todos los lados, mucha acción, y una pincelada más grande sobre el planeta Helghan. Si Killzone 2 era la llegada triunfal para detener a los comandados por el Emperador Scolar Visari, Killzone 3 es el intento por sobrevivir a la embarrada que dejamos.
Agarren su rifle más cercano y avancen con cuidado, que aterrizamos después del corte comercial.
¿Acaso no entendiste la orden de CALLARTE?
Poniéndonos inmediatamente dentro de contexto, Killzone 3 empieza inmediatamente donde quedó Killzone 2. Ahora, el dueño de una gran compañía militar privada, Jorhan Stahl, y el Almirante Orlock de gran conocer táctico se pelean el trono, pero con un objetivo común: eliminar a la ISA de una vez por todas del planeta como símbolo de la supremacía Helghast. Obviamente, el que lo haga, tiene el asiento de sucesor asegurado.
La batalla de Sev y Rico pasa rápidamente de ser un ataque frontal por capturar a los líderes a una batalla campal por la sobrevivencia en un planeta hostil. La campaña te lleva por varios lugares, desde las heladas zonas de Helghan hasta las misteriosas selvas raras del planeta. Casi la gran mayoría de los niveles son increíbles trabajos gráficos, con gran detalle, y que son sabiamente aprovechados por esta especie de “Nazis del Espacio”. Se cubrirán, usarán los aires y las esquinas sabiamente, y difícilmente te los encontrarás dando vueltas para ser blancos fáciles.
Killzone 3, intentando ser lo menos plano posible, incluye en varias partes en la campaña cosas para variar las balas. Por ejemplo, en una oportunidad pasas a manejar bípedos gigantes, y en otra participas en una carrera desenfrenada para alcanzar un crucero espacial. Está bien, son buenas variaciones para demostrar tu habilidad y puntería pero esos pasajes no son grandes innovaciones de lo que podríamos esperar de Guerilla, y en más de alguna ocasión se siente que son sólo un argumento (o experimento) para no andar disparando todo el rato. Clásico ejemplo, es el nivel donde debes pasar inadvertido en la selva de Helghan hasta el final, que es bastante linear y simple. De hecho, me recordó mucho el nivel “All Ghillied Up” de Modern Warfare, pero sin los tanques.
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Mientras la acción no falla y es uno de los puntos más altos del juego, la narrativa no es top como podríamos esperar. La sutileza en Killzone 2, simple y bastante entendible, intenta ser ampliada por un contexto mucho más grande, presentando la pugna de poder en Helghan gracias a la reciente muerte de Visari, y el intento por jugar a la segura o no por la armada de la ISA restante en el planeta. Lamentablemente, el potencial que esperas que Killzone 3 explote se queda a medias, dejando varios elementos de lado. De hecho, al final del juego, es muy difícil lo que te puede interesar lo que le sucede a toda la gente del planeta, y el barniz cultural de Helghan es apenas una capa delgada que cubre una gota de “humanidad” dentro de las fuerzas armadas enemigas. Salvo los personajes principales, al resto le hace falta una pincelada más de desarrollo para poder corresponderles mejor y saber más que su motivaciones. Jammer es una de las víctimas que caen en este corolario, al igual que otros personajes que hacen ocasionales cameos pero forman gran parte de la línea argumentativa principal, y que son mucho más victimas si no jugaste el anterior título.
Como remate, el final termina demasiado abruptamente, a un nivel casi anticlimático, y es casi una burla para el fan duro, por no decir un chiste. Por lo mismo, esperen un Killzone 4 para terminar de una vez por todas la odisea.
Mantente a mis seis
Vuelven algunas armas, y hay una que otra nueva. Lo que se agradece bastante, y le da mayor dinamismo al juego, son las las innumerables cajas de munición en el nivel, como complemento a la posibilidad de tener una pistola siempre a mano, un rifle y un arma pesada a cada lado. Es muy difícil que te quedes sin balas si sabes disparar cuando es necesario. En lo que se refiere a la mecánica por la que son conocidos los recientes Killzone, sigue siendo casi-perfecta.
A diferencia del anterior título, el juego se basa mucho en estar siempre junto a tu compañero en vez de aventurarte solo contra el mundo como la punta de la espada. Estar apegado junto a Velázquez/Sevchenko es un seguro de vida ya que ahora duras menos en pie; cuando caes abatido tu compañero te puede revivir si se encuentra cerca. De alguna manera el juego te obliga a estar mucho más seguro detrás de los objetos, pero no siempre es algo que resulte. Verán, Killzone 3 sigue teniendo una especie de “síndrome” que también afectó a Killzone 2.
El síndrome que molesta en casi todo el juego son los parapetos. Al igual que en el demo, y Killzone 2, algunos lugares no son seguros para cubrirse, y de hacerlo igual te llegarán las balas para posteriormente morir inexplicablemente. De hecho, algunas veces sueles cubrirte “a medias” y sin darte cuenta ya terminas como colador. La mecánica no es del todo modular, y cuando quieras ponerte creativo poniéndote detrás de algo, como una bolsa de arena o una caja de baja altura, podrás hacerlo pero quedarás a cabeza descubierta, gritando por una ensalada de plomo. En ocasiones sentirás que te estás cubriendo bien, dejando el espacio superior de la pantalla para mirar de reojo a tus enemigos, pero te llegarán las balas inexplicablemente.
Hay otras mejoras respecto a la jugabilidad y al diseño de niveles, que se hacen notorias a la hora de planificar tu ruta y eliminar a los enemigos detrás de cada esquina. Siempre estarás sintiéndote parte de una gran guerra, peleando contra simples hordas de soldados con diferentes armas hasta mastodontes gigantes ya a finales del juego, algo que se agudiza mucho más con la banda sonora, los grandes escenarios y los sonidos ambientales. La amenaza es constante, y los Helghast tienden posicionarse en los lugares con más ventaja estratégica posible (alturas, flancos, etcétera) para hacerte la vida imposible. Si mueres bastante, usualmente es por alguien que no viste estás muy a la ofensiva.
Para variar algo los disparos, habemus Jetpack, algo que en el juego lo logramos utilizar apenas algunas veces. Más que una adición para superar a tus enemigos por arriba, se siente más como un obstáculo porque es muy difícil disparar en el aire, el daño infligido es mucho menor, y se extrañan los momentos para otorgarte alguna venta táctica mayor. El nivel donde más lo utilizas – en la nieve al igual que en el demo – es una de las pocas oportunidades que tendrás para ocuparlo, y no te culpes si sientes que es mejor andar en tierra firme disparando Helghan cuando tengas la oportunidad.
La campaña de un jugador suele terminarse entre 6~9 horas, dependiendo de qué tan malo seas jugando FPS sin ratón ni teclado como yo. Puede que lo notes algo corto, pero el juego no te la hará fácil a la hora de llegar al final de los niveles de forma rápida y eliminar hordas de enemigos con un cuarto del cargador, así que – por lo menos yo – no es nada corto ni menos un paseo en el parque.
Hagamos equipo
Sin duda una de las opciones que más le da vida a Killzone 3 es el multijugador, el cual puede disfrutarse en sabores cooperativo y competitivo en línea. El primero es a pantalla dividida y permite que recorras la campaña con un amigo a tu lado, algo que puede sonar atractivo para aquellos que no olvidan los tiempos de jugar acompañados en el sofá.
El cooperativo resuelve muchos de los dolores de cabeza de la campaña, como chocar con la molesta IA que deriva en exceso de muertes, el problema es uno y tiene que ver con que solo está disponible offline. Muchos consideran imperdonable esta decisión por parte de Guerrilla, pero analizándolo con más detalle, el modo campaña es tan corto que tal vez no valía la pena invertir los recursos aquí.
Donde el desarrollador se lució fue el modo competitivo, tomando aquello que era bueno en Killzone 2 y llevándolo al siguiente nivel con bastantes mejoras en el sistema de clases. Killzone 3 ofrece partidas multijugador en modo Guerra de Guerrillas, Zona de Guerra y Operaciones.
El primero está pensado en aquellos que quieren brincar a la acción y matar al equipo contrario, mientras que en Operaciones es el típico juego de atacar o defender territorios, solo que adornado con bellas cut-scenes. Si tuviéramos que escoger, nos quedamos con Zona de Guerra, ya que ofrece un cambio constante de objetivos a medida que se desarrolla el match. Si no estás seguro de saltar al ruedo, siempre podrás elegir una partida con AI en el modo Bot Zone. Es práctico para aprenderse los mapas y para darse cuenta lo frustrante que es la IA en modo competitivo.
Antes de iniciar partida, hay múltiples clases a elegir que van desde ingenieros o médicos, hasta especialistas en CQB y campeo. Cada una tiene habilidades especiales y a medida que avanzas en las partidas, subes de nivel y ganas puntos de experiencia que podrás canjear nuevas habilidades o armamento para tu clase. Algo que nos encantó es la poca restricción que existe a la hora de seleccionar armas. En otros juegos el arsenal está limitado a la clase, sin embargo Killzone 3 ofrece la posibilidad de desbloquear todo tipo de armas para tener una experiencia de juego más personalizada.
Nos queda claro que Guerrilla se esforzó en pulir los detalles de su antecesor y con Killzone 3 tenemos un robusto modo que nos dará horas de diversión.
Se habla español
Por último y no por eso menos importante tenemos el doblaje al español de Latinoamérica. Todo el juego puede traducirse al español desde el menú de opciones, aunque la recomendación aquí es que juegues la campaña en inglés y después le des una segunda vuelta en español latino para comparar.
La iniciativa es buena y se agradecen los esfuerzos de Sony, sin embargo hay que dejar claro que el doblaje es pobre y se cae a medida que avanza el juego. Da la impresión de que los actores tenían tanta flojera de grabar, que simplemente se pararon frente al micrófono para leer el libreto. Los altos mandos Helgast carecen de personalidad, mientras que la ISA abusa de la palabra mierda durante toda la campaña.
Con un poco más de tiempo y un proceso de localización pensado desde la pre-producción, las cosas podrían cambiar. Esperamos que Sony se ponga las pilas y nos ofrezca mejores doblajes en sus próximos títulos.
Bonus tracks
Killzone 3 ofrece compatibilidad con 3D y PlayStation Move. Lo primero no pudimos probarlo a fondo (aceptamos donativos de pantallas 3D) y en el caso de Move decidimos armar un artículo posterior para narrar la experiencia. De entrada te decimos que es agradable y no implica gran inversión económica (si ya tienes el control de movimiento), lo cierto es que no reemplaza la precisión y control sobre el campo que se tiene con un DualShock 3.
“Bienvenido de vuelta, señor.”
Uno de los mejores FPS para PlayStation 3 llega y cumple sus promesas, sin embargo olvida algunas otras en el camino. La historia está bien tratada pero no está del todo perfecta para tomar el debido protagonismo. Para equilibrar la balanza, la acción [y el multijugador] compensan lo suficiente para que decidas pensar en Killzone 3. El juego no realiza mucho trabajo tratando de llevar el universo de Killzone completamente a las manos del jugador, y se despega de ser un FPS más si no es por las grandes cuotas de variación y producción que posee.
Lo imperdible
- Acción desmedida y Helghast por doquier
- Gran variación de niveles, acción, y jugabilidad
- El mundo de Helghan se ha hace mucho más grande
- Buen balance en el modo multijugador
- ¡No hay instalación!
Lo impresentable
- Trato narrativo bueno, pero no sobresaliente
- El final de la campaña deja un mal sabor de boca
- La IA estorba y provoca muertes innecesarias
- Las variaciones del juego no ofrecen nada más allá de la simpleza
- La mecánica de cubrirse sigue siendo poco modular como en Killzone 2
- Doblaje al español es bastante forzado
- No hay cooperativo en línea
Excelente …Si bien no redefine el FPS, Killzone 3 ofrece un modo campaña y multijugador bastante entretenido.”