(cc) Hacktivistas
De poco sirvieron las protestas de los internautas, las movilizaciones coordinadas por Anonymous y hasta el aplaudido discurso de Álex de La Iglesia en los Premios Goya 2011 resaltando que “el futuro es Internet”… Los políticos no escucharon a su pueblo (una vez más) y pactaron la aprobación de la llamada Ley Sinde.
Así, la norma que permite el cierre de sitios web con enlaces a descargas pasó sin problemas su trámite frente al Senado y hoy vuelve al Congreso, que ya la había rechazado en diciembre, para ser aprobada definitivamente.
Y es que no queda de otra: Los partidos políticos que pactaron previamente su aprobación, es decir el PSOE, PP y CiU, cuentan con suficientes votos como para aprobar la Ley, así que no hay suspenso ni posibilidades de nada…
Con este pase por el Congreso, el último trámite parlamentario que le falta superar, la Ley comenzará a ser efectiva cuando se publique el reglamento sobre el funcionamiento de la comisión que denunciará ante el juez los sitios web que compartan enlaces a descargas y contenidos. Es decir, que quedan algunos meses para que comience a aplicarse, pero que en definitiva será antes del último trimestre del año.
Así, con un pacto político, el Gobierno español aprueba una polémica ley que ha sido rechazada ampliamente por los ciudadanos: Ataques DdOS a sitios web de entes públicos y de partidos políticos, páginas de descargas con pantallas en negro en señal de protesta, campañas de envíos masivos de emails para mostrar el descontento popular a diputados y senadores, y movilizaciones físicas. Nada ha servido para que los políticos sigan la voluntad popular y los intereses de sus ciudadanos antes que los de Gobiernos extranjeros y transnacionales...
Sorprende que los políticos se empeñen así en servir a quiénes tienen el dinero, por encima de quiénes les dan los votos… Sorprende que una medida tan drástica como el cierre de webs, que a mi juicio sí que atenta contra la libertad de expresión, la libertad de información y el libre acceso a la cultura, se decida a puerta cerrada por un grupo de políticos presionados por intereses foráneos. ¿Se les olvida a caso que los ciudadanos tenemos el poder del voto en nuestras manos y que ellos llegaron a esos puestos por elecciones?
Después de esta larguísima guerra siento que la solución sigue siendo un cambio en el modelo de negocio de la cultura. Un cambio en el sistema de ingresos para que tanto creadores como ciudadanos salgan ganando. Una forma de comercialización diferente, sin intereses ocultos, donde el creador reciba el beneficio económico de su creación y la satisfacción de ser escuchado, visto o leído por las masas… Pero sin que esto implique medidas de censura y represión para quienes quieran compartir los contenidos…
¿Quién más que las propias disqueras, productoras, editoriales y cinematográficas para saberlo? Quizá incluir formas de patrocinio o publicidad en las obras y cambiar la forma de distribución de las mismas… ¿Cuántos de ustedes compran CD hoy en día? ¿Y libros? Estamos en un escenario digital, un escenario distinto, y quienes se nieguen a aceptarlo llevan las de perder, tarde o temprano…
Link: Ahora sí: la Ley Sinde se aprueba definitivamente esta tarde (La Información)