THQ Insider – Flickr (CC)
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¿La industria de los videojuegos es poco seria para realizar un estudio de mercado? Eso era hace unas décadas atrás. La agencia de medios UM decidió estudiar a los gamers de Latinoamérica, incluyendo a los remotamente ubicados chilenos, develando interesantes resultados en ese país. Esto es digno de cultura general para cuando necesites tener bases de discusión ante otro gamer… o tus padres.
Hace rato dejó de ser sólo para niños
Si bien los años de vida de los jugadores tiene un promedio de 20 años, quienes juegan más son los menores de edad (18 años). Desde esa edad en adelante se hace cada vez más escaso encontrar a alguien que siga dedicándose, después de los 30 es prácticamente difícil dar con alguien. Sobre eso tengo dos teorías: quizás porque llegó tarde a este mundo o simplemente porque está más preocupado de jugar a la vida real, uno de los peores juegos del universo aún cuando tiene las mejores gráficas, no requiere suscripción pagada y no hay lag. También es raro encontrar una mujer por aquí, son apenas el 10% de la población. Si usted es mujer y está leyendo, ya sabe porqué no le creyeron cuando respondió “Soy mujer” y le pidieron al unísono que mostrara una foto.
Otros datos parecen obvios viniendo del mundo gamer: cuatro de cada cinco pelagatos tiene un PC, dos de tres posee una consola por muy vieja que esté y la categoría de juegos más famosa es aquella donde tienes que dispararle a alguien (o algo), léase “shooters”.
Profesionales, Semi-pro y Casuales
De quienes juegan, se han definido tres tipos de individuos. Los Casuales son el 16% de ellos, y apenas el 38% no tiene consola – por lo que se puede decir que le aplican más al PC. El perfil no gasta más de CLP$30.000 al año para esta mera entretención. El Capitán Obvio me indica por interno que casualmente juegan entre 1 y 3 horas, y de preguntarles sobre cuántos Shaders Processors tiene su GPU ni pensarlo, probablemente su cabeza explote.
Los Semi-Pro son la mayoría por un 63%, y según el estudio, busca reconocimiento por la buena (fragueando como un campeón) o por la mala (cheteando de vez en cuando). Le pegan al tema tech, por lo que probablemente tienen una fotografía de Soledad Onetto o Veronica Belmont en su billetera. Le dedican entre 5~7 horas al día y se gastan no más de CLP$60.000 al año. También eso explica porqué estás aún desempleado y con hambre.
KiLLeR es un ejemplo de la élite, el tipo sabe lo que hace.
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Los profesionales, o próh como se les conoce, son de esos que buscan desafíos y se peinan en los juegos como KiLLeR, el Campeón Latinoamericano de StarCraft II. El 80% es está metido en una comunidad en línea, y sus billeteras les permiten gastar hasta CLP$120.000 al año para que puedan seguir viviendo su “estilo de vida”. Dado su natural éxito y fama, las mujeres de carne y hueso se consideran inferiores y son reemplazadas por novias digitales porque salen más a cuenta, o por un tamagochi.
¿Y ustedes, en cuál de las tres clasificaciones caen?
Vía: Comunicado de Prensa