Hoy es un día triste para la Red en España: El Senado ha rechazado, con 116 votos a favor y 121 votos en contra, la moción presentada por el Partido Popular para pedir al Gobierno que se garantice el principio de neutralidad de la Red.
La neutralidad de la Red es un principio básico que establece que todos los datos que se transmiten vía Internet deben tener el mismo tratamiento independientemente de los contenidos, ya sean de VoIP, P2P, tráfico web, etc.
Se trata de un asunto que está generando múltiples debates en todo el mundo, y mientras algunos países como Chile protegen por ley este principio, en la Unión Europea se debaten sus posibles límites.
En concreto, la propuesta presentada por el senador Ildefonso Pastor, del Partido Popular por Valladolid, solicitaba al Gobierno de Zapatero modificar la normativa española en materia de Sociedad de la Información, y pedía el cumplimiento del principio de neutralidad de la Red por parte de los proveedores de telecomunicaciones que operan en España. En el texto que presentó el Partido Popular, se definía neutralidad como el principio que garantiza que:
Pero Pastor no logró convencer a sus compañeros en el Senado de la importancia de garantizar la Neutralidad de la Red, a su parecer por diferencias partidistas, y explica las razones por las que pidió la enmienda así:
En 15 días se reabre el debate, así que toca esperar con fe y sin perder la esperanza en que los senadores recobren el juicio y voten por garantizar el derecho a la información de los ciudadanos sin mayores restricciones de tipo económico.
Postura polémica
La postura del Gobierno español añade más leña al fuego: Defienden que no todos los internautas deberían recibir idéntico servicio de Internet. Dejan así las puertas abiertas a la “libre competencia”, donde las operadoras del servicio estarían en libertad de ofrecer paquetes de internet según los perfiles de consumo de cada usuarios, y todos, claro, con tarifas diferentes, lo que supone una restricción de tipo económico para el acceso a la información en la Red.
En la reciente consulta pública sobre la neutralidad de la Red realizada por la Unión Europea, el Gobierno español lo dejó bien claro: Este principio no significa “en modo estricto” que todos los usuarios deberían recibir idéntico tipo de servicio.
Se excusan en la necesidad de priorizar unos servicios frente a otros para evitar interrupciones en situaciones de congestión en las redes, y aseguran que un mercado de “libre competencia” y transparencia en la oferta, a los usuarios les bastará con contratar el servicio que más les convenga:
Ciberprotesta en Twitter
A todas estas, las operadoras deben estar brincando de emoción: Sacando planes de “internet a la carta”, al mejor estilo de la oferta de televisión por cable o planes de datos para telefonía móvil.
Mientras, los ciudadanos se han valido de las redes sociales para manifestar su descontento por la decisión de la jornada de hoy en el Senado. En Twitter, por ejemplo, la etiqueta #redneutral se ha mantenido entre los primeros lugares de la lista de temas que más se comentan en España.
Y es que en definitiva este ha sido, como decía al principio, un día triste para Internet en el país. Uno más, de esos que cada día se van haciendo más habituales para los españoles, que poco a poco nos vamos acostumbrando a la idea de que nos restringan el acceso a algunos sitios web de libre intercambio de datos (cuando se apruebe la temida Ley de Economía Sostenible), o ahora cuando el Parlamento ha votado en contra de la neutralidad de la Red.
Los más perjudicados
El debate es polémico, sobretodo porque muchas operadoras se basan en la necesidad de cobrar tarifas adicionales a compañías y empresas de servicios en Internet puesto que su tráfico es mayor y congestiona las redes. Sin embargo, está claro para todos que para empresas como Google o Facebook el pagar tarifas extras por el uso de Internet en España difícilmente sea un problema.
Y así llegamos a los verdaderos perjudicados de negarse la neutralidad de la Red: Los usuarios. La gente de a pie que tendrá que pagar extra por acceder a servicios de calidad, como ocurre en el caso de la televisión, por ejemplo.
Los otros perjudicados pueden ser los pequeños empresarios y sobretodo los emprendedores tecnológicos, los modestos entusiastas de una idea digital, que no podrán prestar sus servicios libremente a los usuarios porque tendrán que pagar quién sabe cuánto a las operadoras para transmitir un mayor volumen de datos.
Contradictoria entonces la posición del Gobierno español que se enfrenta a tasas de paro (desempleo) nunca vistas en la historia económica del país, pero insiste en favorecer a las grandes empresas aunque eso cueste el sacrificio de los emprendedores que también generan puestos de trabajo…
Aunque honestamente, y ojo que toda esta reflexión es muy personal y subjetiva (los enlaces a las noticias en su forma más aséptica se los coloco más abajo), no me sorprende el voto del Parlamento español: Si la semana pasada en la encuesta pública de la Unión Europea sobre la neutralidad de la Red, la respuesta española fue por limitarla, poco podía esperarse que la apoyaran dentro del país… Total, la estrategia del Gobierno bien parece clara: Siempre favorecer a los empresarios y darle la espalda a los usuarios, es decir, a los ciudadanos.
Moción del PP sobre neutralidad de la Red
Links:
– El Senado vota en contra de la neutralidad de la Red por falta de consenso (El Mundo)
– El Senado rechaza la moción para garantizar la neutralidad en la red (El País)