El trabajo en el laboratorio parece ciencia ficción, pero no lo es: Toman órganos de cadáveres y los “resucitan” con células madres del paciente que requiere el trasplante. Así, además de resolverse el problema de escasez de donantes, se reducen al mínimo las probabilidades de que el cuerpo receptor rechace al órgano donado.
¿Cómo lo hacen? El procedimiento de fabricación de nuevos órganos se realiza a partir de un matriz o molde. Para construir una matriz, toman un órgano donado para investigación o que no sea útil para trasplantar (porque el fallecido es muy mayor, por ejemplo), lo vacían completamente eliminando todo su contenido celular y conservando sólo su estructura.
Las matrices resultantes son entonces inertes, no tienen ninguna capacidad de respuesta inmunológica, y contienen menos de un 5% de ADN, lo que rebaja a mínimos la posibilidad de que el “órgano creado” entre en conflicto con el cuerpo receptor.
Después de tener este órgano matriz, basta con tomar las células madre del paciente que necesita el trasplante y repoblar con ellas uno de esos moldes. Las células madre inducen y guían la proliferación, distribución y especialización de nuevas células, que son las que hacen que el órgano vuelva a funcionar.
Corazón de ratón
Los primeros resultados exitosos de esta práctica se obtuvieron gracias al apoyo de la Universidad de Minnesota, donde han logrado desarrollar un corazón de ratón y hacerlo latir. Posteriormente la investigación se trasladó a Madrid, donde comenzó a experimentarse con órganos humanos, logrando el primer paso para la creación de un órgano bioartificial (la matriz de un corazón) en mayo de este año.
Actualmente hay ocho “moldes” de corazones preparados y uno más en proceso. Se estima que el trasplante de este tipo de órganos pueda realizarse en un plazo comprendido entre cinco y diez años. Consideran, sin embargo, que a finales de este mismo año puedan “hacer latir” un trozo de un corazón humano de un donante con células regeneradas.
Banco de órganos “a la medida”
Uno de los objetivos del laboratorio, ubicado en el Hospital Gregorio Marañón de la capital española es “crear un banco de órganos matrices”, que pueden conservarse durante meses, sobre las que se puedan construir nuevos órganos “a la medida” de los pacientes que lo necesiten.
Varios grupos de investigadores trabajan en todo el mundo en esta línea, pero España es el primer país en crear un laboratorio destinado en exclusiva a esta investigación. Esperemos que avancen raudos al éxito y que antes de lo que nos imaginamos podamos estar contándoles que se ha realizado el primer trasplante exitoso de un órgano bioartificial.
Si el tema te parece interesante, te invito a ver esta edición del programa Redes de TVE (El vídeo dura 18 minutos), donde Eduard Punset entrevista al Doctor Francisco Fernández Avilés, jefe del servicio de cardiología del Hospital Gregorio Marañón, en junio de este año, sobre los avances en la investigación cardiológica y se explica claramente el proceso de desarrollo del primer corazón bioartificial de ratón realizado en mayo de este año:
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Links:
– España cuenta con el primer laboratorio del mundo para “resucitar” órganos (La Vanguardia)
– El primer corazón humano de laboratorio, listo para latir a finales de año (ABC)