El buen Nintendo 64, la cuna de los juegos en 3D contemporáneos y un equipo en el cual se gestaron muchas características que hoy son comunes en el mundo de los videojuegos. Para comenzar eso sí, hay que volver… ir más allá de 1996; de vuelta a las galerías arcade.
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En aquél entonces no había internet masiva, no había muchas opciones con respecto a cómo informarse de consolaland así que había que confiar en las revistas. Era 1994 y yo -ilusamente y acá en Chile- confiaba con ceguera absoluta en Club Nintendo -don error-, así que sabía del reciente anuncio del Project Reality y esperaba con ansias más detalles.
Anunciaron entonces el primer gran juego para el -renombrado- Ultra 64; en una edición de Club Nintendo de 1994 mostraban imágenes de varios personajes y con un nivel gráfico absolutamente único. En esas páginas veía por primera vez a Cinder, Sabrewolf y Orchid… el juego: Killer Instinct. Tanto KI como un juego de carreras (Cruis’n USA) aparecerían para el ‘Ultra’, pero primero estarían disponibles para arcade, aumentando las expectativas y el hype.
Después de unos meses pude ver a KI en acción y estaba atónito y embobado: sus gráficas eran increíbles, su banda sonora sonaba excelente, los escenarios eran visualmente lujosos y era lo mejor que había visto. De hecho, su llegada provocó tanto revuelo como MK2, generando las mismas multitudes alrededor de la cabina del juego. También vi en acción a Cruis’n USA y -además de las guapas nenas ligeras de ropa- me dejó loco… aunque en el fondo igual encontraba que lucía más Daytona USA Arcade, pero estaba tan convencido del hype que jamás lo comenté.
La consola fue retrasada; su fecha de salida era para la Navidad de 1995 y quedó para el 29 de septiembre de 1996, cambiando su nombre de manera definitiva a Nintendo 64. La máquina apareció a la venta y la revista destacaba sus notables ventas y lo mágico que era Super Mario 64. Después de unos 5 meses, mucho trabajo y de romper la alcancía, me compré mi 64.
El 2 de febrero del ’97 me hice de mi Nintendo 64 y de una copia de Super Mario 64. Estaba sorprendido y maravillado, no podía creer que el juego se veía como lo hacía y la magia de las 3D me había hecho caer en su encanto. Comencé a rentar juegos, el primero de ellos el buen Wave Race 64 y hasta el día de hoy disfruto el trabajo visual de la naturalidad de las aguas, de los efectos de sol frente a la cámara (sun glare) y de su apropiada banda sonora -por cierto, originalmente Wave Race iba a ser un F-Zero sobre el agua-. Ese juego fue la puerta de entrada a un montón de juegos que disfruté como niño pequeño.
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Después vino Top Gear Rally (uno de mis favoritos), el notable Turok: Dinosaur Hunter (gran FPS), el vendaval que fue International Super Star Soccer 64, el agradable Star Wars: Shadows of the Empire (gran escena final), don Killer Instinct: Gold (que mirando hacia atrás y a pesar de ser bueno y fiel, era bien simplón comparado al arcade de KI2, sobretodo en los escenarios), la emoción de volver a disfrutar Star Fox 64 (con la innovación del Rumble Pack que hacía vibrar el control cuando impactaban nuestra nave/tanque/submarino), el gran Goldeneye y el incombustible Mario Kart 64. En un ataque de neutralidad, vi que habían más consolas que no fuesen Nintendo y comencé a mirar para el lado (a una caja gris cuyas iniciales eran PSX) y me perdí de lo que vendría después.
Humildemente, ese año fue -para mí- el que tuvo más lanzamientos fuertes para N64. Hubo más y mejores juegos posteriormente, pero en menor número que durante 1997… pero lo que siguió también marcaría escuela, cuyas consecuencias aún se disfrutan. The Legend of Zelda: Ocarina of Time es recordado como EL mejor juego de la historia (sin contar el también notable Majora’s Mask), Pokemon comenzó su embate (Pokemon Stadium 1 y 2, Snap y el infame Hey, you: Pikachu!), la horda Rare (Banjo Kazooie, Banjo Tooie, Jet Force Gemini, Perfect Dark, Diddy Kong Racing, Mickey’s Speedway USA, Conker: Bad Fur Day y Donkey Kong 64) y el inicio de la saga Super Smash Bros.
Además, hubo un par de milagros tecnológicos como Resident Evil 2, sagas que llegaron tarde a la fiesta pero que alcanzaron a aparecer en 64 (como Tony Hawk Pro Skater), muchos juegos que fueron anunciados antes del lanzamiento de la consola y que jamás salieron a la venta (¿por qué Robotech: Crystal Dreams… por qué?) e interesantes juegos que nunca salieron del Japón.
El Nintendo 64 tuvo varios pecados: estar basada en cartuchos (sin contar su costo de producción), no contar con un procesador dedicado exclusivamente al audio (por eso todo lo que sonaba bien era en mono), implementar tarde y mal tecnología nueva (el N64 Disk Drive sólo salió en Japón) y más de algún otro detalle.
Para muchos la consola fue eclipsada por el éxito de Sony -no deja de ser cierto, sobretodo porque Nintendo perdió el liderato en el mercado- pero también la consola marcó mucho: en ella aparecieron por primera vez el stick análogo, el controlar la cámara de los juegos en 3D, la vibración del control y durante su vida (que se extendió hasta el año 2002) vendió más de 30 millones de consolas -nada mal, el problema es que la primera PS vendió más de 100 millones…-. Sin embargo, ningún ‘pero’ hará que esta noble y vieja consola deje de ocupar un lugar en los corazones de muchos… con o sin Expansion Pack.
Para cerrar, no podía dejar esto afuera… la tararearán durante días… MWAHAHAHAHAHAHA!!!