El ciclista extremo de origen francés Stéphane Rousson es un fan extremo de manejar todo vehículo que tenga pedales y que no sea una bicicleta.
En septiembre 2008 intentó cruzar el Canal de la Mancha en un dirigible impulsado por pedales, y aunque lamentablemente falló, prometió en aquel entonces que no sería su última gran aventura… y lo cumplió.
¿Por qué? Pues su compatriota, el diseñador Minh-Lôc Truong quizás se haya preguntado quién estaría tan «loco» como para probar un invento jamás antes concebido (a menos que se trate de un filme de James Bond): un submarino a pedales que además está diseñado para desplazarse a gran velocidad.
La acción en los pedales del aparato activan un par de hélices laterales que impulsan al Scubster. Pero no piensen que el Scubster es perfecto ni que se trata del próximo Nautilus de pedales, pues por ahora alcanza una velocidad máxima de 9.6 kilómetros por hora y no puede sumergirse a más de 6 metros de profundidad. Tampoco es completamente hermético, pues Rousson necesita un tanque de oxígeno al tripularlo.
Pero eso no importa por ahora, pues el diseño es funcional y «aguadinámico», por lo que seguramente sabremos más de este par de vanguardistas y su interesante invento sumergible.
Link: Sleek pedal-powered submarine is built for racing (DVice)