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En un mundo donde las adaptaciones cinematográficas de los juegos de video son casi tan insoportables como las versiones interactivas de las cintas más grandes del año, Ubisoft aprovecha la llegada de Prince of Persia: The Sands of Time a la pantalla grande para retomar la serie que le dio nueva fama a esta franquicia y lanza no una, sino cuatro versiones de Prince of Persia: The Forgotten Sands.
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La historia y modo de juego de este título varían considerablemente según la consola en la cual se encuentra, pero eso no deja que se ponga en el camino de ofrecernos una experiencia mucho más atractiva y dinámica que la que vimos en el título que lanzó la compañía en el 2008. Para esta reseña tomamos la versión hecha exclusivamente para Xbox 360 y PlayStation 3, cuya historia se ubica entre las primeras dos entregas de la trilogía y nos regresa al genial modo de juego que estableció a Prince of Persia: The Sands of Time como uno de los mejores juegos de su generación.
A solicitud del rey, el príncipe de Persia se encamina al reino de su hermano Malik, de quien aprenderá como puede llegar ser una gran líder. Al llegar a estas tierras se encuentra con una guerra donde un grupo invasor busca apoderarse de los tesoros escondidos en el palacio de Malik. Considerando su lucha perdida, el rey decide utilizar el secreto más grande de su castillo, el poderoso ejército de Salomón, sin saber que con éste libera una armada demoniaca que acabará con el mundo si no es detenido a tiempo. Durante el ataque el príncipe encuentra la entrada al templo de Razia, una genio que le explica la verdadera naturaleza del ejército de criaturas que liberó su hermano y porque ahora el príncipe deberá detenerlos.
Contando con una presentación y desarrollo muy similares a lo que vimos en Prince of Persia: The Sands of Time, lo primero que llamará la atención del juego es su dinámica, la cual no sólo es accesible y muy entretenida, sino que ofrece un reto que realmente te hace disfrutar las acciones que realizas como el príncipe, saltando de una plataforma a otra, evadiendo obstáculos, deslizándote sobre las paredes y escalando hacia las nuevas áreas del escenario. Cada área del palacio es un nivel y haciendo uso de tus habilidades tendrás que encontrar el camino seguro para salir de éste.
En esta edición encontramos de nuevo la posibilidad de regresar en el tiempo y realizar tus proezas nuevamente, en caso de haber fallado en la primera ocasión, sólo que la oportunidad de hacer esto se encuentra limitada según tu poder mágico, puesto que cada vez que la uses gastarán uno de los puntos de energía que hayas obtenido. Aparte, a esos puntos de energía también están ligados los poderes elementales del príncipe, los cuales te ayudan durante las secuencias de pelea para crear una barrera impenetrable, un haz de hielo que lanzas en la misma dirección a donde golpeas, un viento que aleja a los enemigos que tengas encima o un camino de fuego que aparece por donde hayas andado, dañando a las criaturas que se acerquen.
Aunque la dinámica de pelea llega a ser algo monótona, pudiendo resolverse con apretar repetidamente el control de ataque, la combinación de este, el golpe especial y los ataques elementales no sólo sirven para darle algo de variedad al reto, sino que también puede ayudarte a obtener más puntos de experiencia con los cuales ganar más energía vital, magia, mejorar el poder de tu arma o hechizos y hasta la cantidad de tiempo que puedes regresar en el tiempo.
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Por otro lado, además de la capacidad del príncipe de moverse ágilmente o aventársele a los enemigos durante un salto, ahora también se tiene la posibilidad de hacer o desaparecer ciertos elementos del escenario y una útil opción para congelar el agua durante un momento para convertirla en columnas o astas que le servirán a nuestro héroe para moverse por los escenarios. La combinación de todo esto no sólo hace del juego un título de acción, sino que le da una fluidez y cierta sensación de ritmo que en verdad hacen que el juego se disfrute mucho más allá de la música, sus gráficos o la historia (que la verdad, es intrascendente) y nos ofrecen un juego memorable y entretenido.
Conclusión
Si, Prince of Persia: The Forgotten Sands no ofrece nada verdaderamente nuevo para la franquicia, pero logra regresarla satisfactoriamente al reto atractivo que comenzó en la serie que Ubisoft presentó en el 2003 y, afortunadamente, no se clava en los conceptos de la película para ofrecernos un título realmente bueno. Si bien los extras, como los retos de la arena y la posibilidad de utilizar a Ezio, de Assassin’s Creed, en el juego no son nada del otro mundo, en general esta propuesta es verdaderamente entretenida.
Lo Imperdible:
- Respuesta del control.
- Dinámica de juego.
- Banda sonora.
- Fórmula clásica, presentada de manera mucho más dinámica.
- Regreso de las Arenas del Tiempo.
- Sistema de mejoras y ataques especiales.
Lo Impresentable:
- Sistema de pelea es torpe y rutinario.
- Cantidad limitada de extras.
- Historia forzada e intrascendente.
- Diseño de niveles simple.
- Reto tan accesible que hacen muy fácil el juego.
Divertido
…un buen reto de acción y destreza.”