(c) ESO/L. Calçada
Astrónomos del Observatorio Europeo Austral (ESO) lograron encontrar una burbuja de gas caliente cuyo diámetro alcanza los mil años luz.
El descubrimiento fue posible combinando las observaciones realizadas con el Very Large Telescope de ESO y el Chandra de la NASA (equipado con rayos X).
Hasta ahora los científicos sólo habían logrado encontrar burbujas con la mitad del diámetro de la burbuja recién descubierta, ayudando a los astrónomos a comprender las semejanzas existentes entre pequeños agujeros negros formados por estrellas que han explotado y aquellos supermasivos ubicados en el centro de las galaxias.
A estas burbujas se les conoce como microquasar y surgen de la liberación de energía producida por un agujero negro cuando absorben materia. Hasta ahora se pensaba que la mayor parte de la energía se emitía en forma de radiación (rayos X), pero los últimos descubrimientos han demostrado que los agujeros negros pueden liberar la misma cantidad de energía –incluso más- en forma de chorros colmados de partículas a alta velocidad.
Dichos chorros chocan con el gas interestelar que los rodea, por lo que se calientan y se expanden. La burbuja que nace durante este proceso está conformada por una mezcla de gas caliente y partículas ultra rápidas.
Los científicos se mostraron asombrados por la cantidad de energía que se estaba emitiendo desde el agujero negro, logrando calcular que la burbuja se expande a una velocidad de casi un millón de kilómetros por hora.
El agujero negro se encuentra ubicado a 12 millones de años luz de la Tierra, alrededor de la galaxia espiral NGC 7793. De igual manera los astrónomos lograron calcular que la actividad del chorro se produce desde hace 200 mil años.
Link: Agujero negro sopla burbuja gigante (ESO)