(cc) Don Hankins
En el pasado China ha sido acusada de promover una ciberguerra, de entrenar personal militar para una guerra en línea, a la vez que mantiene una fuerte censura de internet; pero por si eso fuese poco, ahora el Gobierno chino se encuentra obligando a todas las compañías a entregar los códigos utilizados en sus encriptaciones, integradas en todos los productos vendidos en China.
El problema es, que muchas de estas compañías también venden estos productos en otros países, de modo que el Gobierno de Hu Jintao tendría la capacidad para descifrar los sistemas de seguridad utilizados en dispositivos de, prácticamente, cualquier lugar el mundo.
Desde Europa y Estados Unidos ha comenzado una ola de críticas y medidas de presión contra la decisión del gigante asiático, en orden a exigir sólo la entrega de las llaves de cifrado utilizadas en los productos vendidos al gobierno de ese país. Afortunadamente, estas medidas han surtido efecto y se ha establecido que desde el 1 de mayo recién pasado, sólo las empresas que vendan dispositivos y aplicaciones con encriptaciones al Gobierno chino, deben entregar las llaves de encriptación.
El problema, es que aún así, el mencionado Gobierno tendrá acceso a los sistemas de seguridad de un sinnúmero de cortafuegos, tarjetas de red, routers, sistemas operativos, sistemas de manejo y administración de bases de datos, programas anti-spam y antivirus, etc.
Por otro lado, la salida aplicada tampoco es muy buena, porque podría derivar en que China ahora tendría la excusa perfecta para comprar únicamente tecnologías de origen nacional, lo que se traduce, en la práctica, en una discriminación frente a empresas de tecnología de otras nacionalidades. En fin, el problema es bastante complejo, porque se conjugan aspectos políticos, de seguridad nacional, derechos de privacidad individual y colectivos; además de poner en jaque el equilibrio en el mercado de tecnologías de seguridad.
Link: China Forces Foreign Firms Selling to Government to Provide Encryption Codes (Dailytech)