(c) NASA
Debido a que la NASA tiene programado pasar a retiro sus actuales transbordadores espaciales a fines de este año (a menos que exista un cambio en los planes), la necesidad de contar con un medio de transporte espacial alternativo se ha convertido en una prioridad para la agencia espacial.
De hecho en la actualidad existe un contrato entre la NASA y su par rusa, por medio del cual Estados Unidos le “arrienda” asientos a sus astronautas para que viajen en las naves Soyuz al espacio y que, hasta el momento, ha sido utilizado para transportarlos hacia y desde la Estación Espacial Internacional (ISS).
Dicho contrato expiraba en el año 2012 por lo que, a contar de esa fecha, Estados Unidos se vería enfrentado a un problema nunca antes visto en la historia de los viajes espaciales: no contar con un medio de transporte para sus astronautas.
¿Cómo resolvería la NASA este problema? Acudiendo nuevamente a los amigos rusos, extendiendo dicho contrato por otros dos años más a cambio de unos “modestos” US$335 millones por transportar seis astronautas de Estados Unidos entre los años 2013 y 2014.
La suma acordada por ambas agencias se traduce en que el costo de transportar a un astronauta estadounidense alcanza los US$55,83 millones, una cifra algo superior a los 50 millones de dólares que costaba cada pasaje bajo el anterior contrato.
La situación convierte a Rusia en una potencia inusitada en el ámbito espacial. Es de esperar que para cuando finalice este nuevo contrato la NASA ya cuente con un medio de transporte alternativo, aunque para ser honestos esto último se ve bastante complicado.
Link: NASA Signs New $335 Million Deal to Fly Astronauts on Russian Spaceships (Space)