¿Recuerdan que hace algunos días decía algo así como “demandas en el mundo de la tecnología las hay por montones”? Pues bien, hoy me complace contarles que una nueva teleserie hará aparición en este escabroso escenario, esta vez de la mano de dos grandes del mundillo, como lo son Apple y HTC. Así es, señores: habemus mocha leguleya.
La historia se remonta hace dos semanas, cuando Apple repartió combos a diestra y siniestra, alegando que HTC habría infringido al menos 20 patentes pertenecientes a la empresa de El Jobso, específicamente algunas relacionadas con la interfaz, hardware y arquitectura del iPhone.
Más tarde (hace unos tres o dos días, precisamente) el NYT develó en sus páginas una sabrosa crónica acerca de la nueva enemistad que separa al CEO de Apple y al de Google, Eric Schmidt, revelando comentarios de empleados pertenecientes a ambas empresas, quienes tendrían el privilegio de haber escuchado, puertas adentro, a cada uno de sus respectivos jefecitos repartiendo una sarta de feas palabras difamando contra el de la compañía rival.
No se trata de una arremetida directa contra Google, por cierto, pero si consideramos los elementos anteriormente mencionados, algo de sentido cobra todo este rollo legal (¿golpe indirecto, probablemente?). Y es que esta historia nos demuestra que si bien dos CEO’s en algún tiempo pudieron ser muy buenos colaboradores -díganselo sino a este parcito, en el cual cada CEO tenía el descaro de formar parte de las reuniones de directorio de la otra empresa-, la felicidad, la amistad y el amor no parecen perdurar por siempre.
Pero volviendo a la historia que nos ocupa, Steve Jobs puntualizó, tras la presentación de la demanda a nombre de Apple, lo siguiente (traducción libre): “Podemos sentarnos y ver a nuestros competidores robar nuestras invenciones patentadas, o podemos hacer algo al respecto. Hemos decidido hacer algo al respecto”. Y si acaso quedaba alguna duda, remató: “Pensamos que la competencia es sana, pero los competidores deberían crear su propia tecnología original, no robar la nuestra”. Boom.
Obviamente al otro lado del ring no se iban a quedar de brazos cruzados, y después de semejante herejía, Jason Mackenzie, vicepresidente de ventas y marketing de HTC América, ha respondido recientemente (traducción libre): “estamos en total desacuerdo con las medidas de Apple, y usaremos todas las herramientas legales disponibles para defendernos. Las alternativas son importantes para los consumidores, y una sana competencia es fundamental para aquello”. No tan rimbombante, pero sencillo y efectivo.
Sin embargo, resulta importante destacar que el objetivo de Apple no son sólo los teléfonos fabricados por HTC y cuyo SO sea Android, pues también entran al baile equipos que corren sobre Windows Mobile. Es más: de los 12 teléfonos roba-patentes que Apple considera para sostener su argumentación, sólo 5 operan con Android y 7 con Windows.
¿Y qué dice Google? Como recordarán, la empresa de Eric Schmidt afirmó que defenderían a capa y espada su plataforma móvil, incluso a la hora de dar fuego de soporte a los colaboradores que hubieran ayudado a desarrollar aquella. ¿Cómo se concreta esa colaboración? ¿Pagando los abogados de HTC, quedándose en las palabras de buena crianza o atacando directamente a Apple? Ya lo veremos.
Link: HTC responds to Apple’s lawsuit, will fight (The Unofficial Apple Weblog)