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De acuerdo con el manual del juego, Ju-On es la maldición que nace del intenso odio de todo aquel que muere violentamente, y aquellos que se ponen en contacto con esta maldición están destinados a morir junto con las personas a quien más quieren. El único problema de esta definición es que no explican en el juego quien es el que ha muerto violentamente, y aunque la calidad en general del título podría decirnos que fue el presupuesto, la intención de hacer un buen trabajo o los dos cuates que estuvieron a cargo de su producción (pues es más que obvio que el resto nomás iba a la oficina a tomar café y checar su Facebook), lo más seguro es que la persona muerta sea quien imaginó el concepto en el que se basa Ju-On The Grudge – Haunted House Simulator, pues realmente enoja ver como esa gran idea fue desperdiciada en un juego que hace ver a la mediocridad como un sueño inalcanzable.
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Desarrollado para coincidir con el décimo aniversario de la serie cinematográfica, este juego tiene la genial idea de mandar a volar toda aquella fórmula conocida dentro del género de los videojuegos de terror y se nos presenta como un simulador de casas embrujadas. ¿A que se refiere con esto? A que la dinámica de todo el juego se basa en caminar de un punto a otro buscando pistas para resolver el misterio de Ju-On y avanzar, procurando tardarse la menor cantidad de tiempo posible puesto que cuando las baterías de tu lámpara se acaben, también perderás tu oportunidad de salir vivo de esta aventura.
Claro, el escenario es oscuro, el audio esta lleno de cacofonías y tus movimientos son desesperantemente lentos, lo cuál unido a diversos sustos preparados en determinadas partes de cada cuarto en teoría van dirigidos a tenerte asustado por un buen rato, lástima que la cosa no funcione así. Sí, la primera vez que una mano te agarra cuando abres una puerta, escuchas una risa, descubres que el camino que tomaste está lleno de sangre y el clásico cristal que se rompe sin razón puedes sacarte de onda la primera vez que juegas este título, pero la verdad, difícilmente se llegará más allá de la primera escena por muchas razones.
Primeramente el audio es pésimo no solo en edición sino en calidad, al igual que la banda sonora y el trabajo gráfico, el cuál hace ver decente a muchos títulos de primera generación de PS One. Si bien lo anterior ya habla bastante mal del juego, el control es otro de sus más grandes errores, puesto que el juego –que tiene una perspectiva de primera persona- toma la dirección según hacía donde este apuntando tu linterna (con el Wiimote) y avanzas presionando el botón B; desafortunadamente tu velocidad para caminar hace ver veloz a un caracol cargando una tortuga y cuando te equivocas en uno de los pasos para resolver el acertijo en cada cuarto, la lentitud de tu personaje hace insufrible el proceso para que retomes tu camino y vuelvas a empezar. La acción en el juego se centra única y exclusivamente en agitar el Wiimote cuando la niña maldita te atrapa, y eso ocurre apenas una o dos veces por área.
Como lo comenté al principio, el concepto de Ju-On The Grudge – Haunted House Simulator no es malo, de hecho bien implementado sería una idea muy buena para darle forma al juego de terror para lo jugadores casuales. De hecho, el propio título cuenta con una genial opción donde un jugador explora y otro es que activa los sustos dentro del área, pero aún esta idea se muere por un pésimo trabajo gráfico y de audio, una dinámica de juego lenta y la total falta de acción en cada área, o de trascendencia o interés en la excusa que tenemos por historia y personajes.
Definitivamente este no sólo es uno de los tres peores juegos que se han visto en el Nintendo Wii desde su creación, sino que también es el más molesto por todas las grandes ideas que se pudieron haber logrado con su concepto. En serio, si ustedes se ponen en contacto con el título no lo eviten, destrúyanlo, será la única forma de librarse de su maldición.
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Lo Imperdible:
- Dinámica de juego es original.
- Modo para dos jugadores es culposamente divertido.
Lo Impresentable:
- Gráficas.
- Dirección de arte
- Presentación, menús y opciones
- Historia.
- Música, efectos de audio.
- Dinámica de juego lentísima.
- Que te cobren por jugarlo.
Pésimo
…si lo ves, destrúyelo”
