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Gentileza Wikimedia Commons
La australiana Elizabeth Blackburn -nacida en 1948 en Hobart, Tasmania-, investigadora de la University of California, San Francisco (UCSF) es la nueva flamante ganadora del premio Nobel de Medicina, un galardón al que se hizo acreedora por su investigación sobre los telómeros, las secuencias de ADN que protegen los extremos de los cromosomas de la misma manera que las puntas plásticas impiden que los cordones de zapatos se deshilachen.
La investigación de Elizabeth Blackburn se compone de dos partes. Por un lado, con la ayuda de Jack Szostak (del Howard Hughes Medical Institute) descubrieron que la secuencia única de ADN en los telómeros previene el envejecimiento y degradación de los cromosomas. Por otro, junto a Carol Greider (de Johns Hopkins University) descubrieron la enzima telomerasa, que ayuda a formar el ADN de los telómeros. Se entiende, por tanto, que Elizabeth Blackburn comparte el galardón y el premio, de USD 1.4 millones, con sus colaboradores.
Los descubrimientos de Elizabeth y su equipo tienen varias aplicaciones. Por ejemplo, ayudarán a encontrar nuevas terapias para curar o mitigar el cáncer, o a entender y mejorar el efecto regenerativo de las células madres. Sin embargo en donde más aplicación tiene el descubrimiento de los telómeros y la telomerasa es en entender el proceso de envejecimiento.
Verán, Blackburn concluye que a medida que los telómeros se acortan (por la edad de la persona o por estar sometida a fuertes periodos de estrés) se da paso a la degradación celular, la cual a su vez lleva a las arrugas, las patas de gallo y todo eso que atribuíamos simplemente al paso del tiempo. Por el contrario, una mayor actividad de la enzima telomerasa mantiene el largo de los telómeros y esto a su vez permite que Madonna, Claudia Di Girolamo y Sofia Loren se vean estupendas aunque ya no son unas muchachas.
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Aunque este es un blog de tecnología (y estilo de vida tecnológico) creo no ser el único geek que lamenta, desde ya, que en una vida tan corta nos perderemos inventos maravillosos que están por venir en 50 o 100 años. Si una investigación como la de Elizabeth Blackburn nos da una mano para llegar a ver la teletransportación, los viajes en el tiempo y la colonización de Marte, entonces esta investigadora se merece el respeto irrestricto de todos los amantes de la tecnología.
Link: UCSF’s Elizabeth Blackburn wins Nobel Prize (San Francisco Business Times)