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Nokia 5630 XpressMusic [W Labs]

Un teléfono móvil musical, esta vez en formato monoblock.

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La principal vocación del Nokia 5630 XpressMusic la indica su propio apellido. No en vano el teléfono móvil es el único dispositivo que podría disputarle al iPod el sobrenombre de “el Walkman del siglo XXI”. Y aunque baje la venta de música, cada vez somo más los que llevamos un equipo de bolsillo al que poder enchufarle los auriculares para escuchar música.

De entre todos los terminales orientados a la música de bolsillo, el Nokia 5630 XpressMusic se presenta como una alternativa algo más refinada de lo habitual. Sólo en el software y la conectividad, eso sí. El clásico formato de monobloque no deja de tener una estética que goza de popularidad, pero hay que admitir que no es lo más cómodo en cuestiones como el tamaño de pantalla.

Es la singularidad que tiene este nuevo XpressMusic: un diseño muy recurrente e industrial, de medidas ajustadas y carcasa de plástico, pero con la interfaz de los terminales avanzados de Nokia y el tándem Wi-FI/HSPDA para conectarse a Internet.

En cierta medida, es una consecuencia de todos los frentes que tiene abiertos Nokia en los servicios on line: Ovi, Nokia Music Store, Ngage… Hacer que todos sus terminales actúen como puertos de entrada, aunque ello suponga combinar software avanzado con hardware que se le queda algo pequeño.


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Diseño popular

El atractivo visual del Nokia 5630 XpressMusic sigue una fórmula bastante habitual. Ante todo, se busca un terminal estirado y delgadito, con dimensiones en este caso de 112 x 46 x 12 mm. Apenas pesa 83 gramos, algo de esperar teniendo en cuenta la generosidad con la que se ha empleado el plástico en la carcasa, incluyendo un marco cromado que aporta sensación de resistencia al equipo.

La intención de Nokia es proporcionar el espacio estrictamente necesario para montar los elementos básicos de un móvil, como una sencilla pantalla de 2,2 pulgadas QVGA (240 x 320 píxeles) y el clásico teclado alfanumérico, en el que las letras y los números están dibujados con líneas formadas por puntos discontinuos. No hay más que añadirle los elementos musicales y un poco de color, aunque en esto último se han quedado algo cortos.

Como muchos XpressMusic, el Nokia 5630 recurre a un marco coloreado para destacar sobre el fondo oscuro, disponible en azul, rojo y gris. Pero en esta ocasión dicho marco es una línea muy delgada, que no se llega a percibir siquiera cuando observamos el teléfono de perfil. Por eso el aspecto resulta un poco soso respecto a lo que esta familia musical nos tenía acostumbrados, aunque esto es algo que se presta lógicamente a gustos personales.

Música, maestro

El Nokia 5630 XpressMusic basa gran parte de su vocación como MP3 de bolsillo en su propio diseño. Además de ser un terminal de dimensiones cómodas para llevarlo en casi cualquier situación, cuenta con teclas dedicadas a la reproducción en el lateral izquierdo del marco. Al otro lado está el habitual control de volumen, y en la parte superior tenemos una salida universal de auriculares de 3,5 mm.

De esta forma, no dependeremos en exceso de los auriculares suministrados en la caja (también podemos usar modelos inalámbricos por Bluetooth A2DP), y podremos iniciar el reproductor de música en cualquier momento y sin tener que acceder previamente a ningún menú específico. La calidad del sonido es óptima para tratarse de un móvil, especialmente al activar el refuerzo de graves y la ampliación del efecto estéreo (los perfiles de ecualización predeterminados están ahí casi de adorno).

Podemos reproducir los formatos más habituales de música (MP3, AAC, WMA, MIDI, WAV), y para completar la faena contamos con sintonizador de radio FM y radio por Internet. La interfaz del reproductor es bastante sencilla, con la posibilidad de visualizar las carátulas de nuestros discos y poco más que destacar. En cuanto a sus altavoces estéreo integrados, pueden ser útiles para la intimidad del dormitorio, pues más allá de eso se quedan algo cortos de potencia.

La paradoja está en que el fallo más destacable de este Nokia 5630 XpressMusic está precísamente en el reproductor de música. Y lo peor es que es un viejo conocido: en ocasiones, la reproducción se detiene por las buenas y todo el terminal queda bloqueado, reiniciándose él solito al cabo de unos segundos.

Esto ya sucedió con el Nokia 5310 XpressMusic, aunque la firma solucionó el problema rápidamente con una actualización gratuita del software. Ahora se vuelve a repetir exactamente el mismo fallo, y por desgracia aún no se ha puesto el parche (la última versión de sofware disponible es la misma que trae el terminal: 011.020). Esperemos que no tarden demasiado en remediarlo, porque ya es bastante negativo tropezar dos veces con la misma piedra.

Adicionalmente, el Nokia 5630 lleva una función llamada Say and Play. Se trata del mismo sistema de comandos de voz que desde hace tiempo se emplea para buscar un contacto y llamarle, pero adaptada para buscar discos, artistas y canciones con nuestra propia voz e iniciar directamente el reproductor. Sería realmente cómodo, si no fuese por los habituales problemas de interpretación (curiosamente, esta aplicación tiende a errar más cuando pronunciamos títulos de canciones en español que en inglés).

Por supuesto, el terminal también reproduce fotos y vídeos. Pero como sucede con el reconocimiento de voz, es un quiero y no puedo. El tamaño y la resolución de pantalla nos imponen una experiencia de visionado muy básica, por lo que en la práctica la mayoría de vídeos que veremos serán los que grabamos con la propia cámara. En cualquier caso, el Nokia 5630 acepta vídeos en MP4, 3GP y Real Video, incluyendo compatibilidad con los codecs H.263 y H.264.

Interfaz personalizable


Una de las estrategia de futuro de Nokia consiste en llevar la interfaz de Symbian S60 a terminales no tan avanzados como los Nseries. Y el 5630 XpressMusic es uno de los primeros ejemplos. Por defecto, el móvil viene con una configuración sencilla, que recuerda mucho a la interfaz S40 habitual en los XpressMusic, pero no hay más que entrar al menú de Ajustes para personalizar el aspecto y el estilo gráfico.

Como podéis observar en las capturas, uno puede colocar la interfaz clásica de S60 con la que muchos están familiarizados: iconos de acceso directo en la parte superior seguidos de notificaciones de texto, por ejemplo para la búsqueda de redes Wi-Fi o el reproductor de música. Como siempre, podemos personalizar todos estos accesos, además de colocarlos en la parte inferior o en un lateral.

Junto con las opciones habituales para elegir los temas de fondo, también podemos personalizar la vista de los menús, recurriendo por ejemplo a cascadas o iconos rotatorios. Por cuestiones de visibilidad, lo más práctico es usar el clásico formato de cuadrícula, pero al menos se le da al usuario la opción de elegir.

Internet sí, comodidad no

El Nokia 5630 es uno de los pocos teléfonos que, manteniendo el aspecto y las dimensiones del típico candybar, puede presumir de conexiones Wi-Fi y HSDPA integradas. Pero en esto de llevar Internet al móvil, el tamaño importa y mucho. Lo decimos por la pantalla, que nos obliga a navegar por las páginas web a base de trocitos pequeños, ralentizando la búsqueda del contenido deseado y mermando la experiencia de usuario.

Lo mismo puede aplicarse a casi toda tarea que requiera fijar los ojos en la pantalla durante mucho tiempo, como los videojuegos de Ngage o la gestión del correo electrónico (la configuración de éste es la clásica de la firma finlandesa, nada de la extrema sencillez del sistema Nokia Messaging que lleva el E75). Las posibilidades del terminal son muchas, pero su diseño dificulta que le saquemos todo el partido.

En la línea de lo que comentábamos al principio, muchos puntos de este Nokia 5630 XpressMusic están metidos con calzador dentro de su carcasa. La firma quiere que podamos acceder a todos sus servicios desde cualquiera de sus móviles, aunque en casos como éste vayamos algo cortos de maquinaria. Al menos uno no pierde nada por probarlos, ya que el teléfono incluye un videojuego gratuito y 25 euros de saldo en la tienda de música.

Una cámara de andar por casa

Cuando decíamos que el Nokia 5630 XpressMusic no es tan avanzado como un Nseries, nos referíamos a prestaciones como la cámara. En oposición a los móviles que van acercándose a lo que puede conseguir una buena compacta, como sin ir más lejos el Nokia N97, en este XpressMusic la cámara se limita a cubrir el expediente. Es difícil conseguir algo más en sólo 12 milímetros de grosor.

Equipada con un sensor de 3,2 megapíxeles y zoom digital de 4 aumentos, la cámara del Nokia 5630 sólo puede trabajar en condiciones allí donde haya luz, especialmente en exteriores y evitando ponernos directamente contra la luz del sol. En cualquier otra situación, intentar sacar una buena foto es pedirle peras al olmo.

Al lado del objetivo tenemos un doble flash LED que debería brindarle algo más de soltura para trabajar en condiciones oscuras. Y en cierta medida lo hace, pues la potencia del haz de luz es considerable y consigue aclarar bastante los objetos en distancias medias. Pero luego la óptica del terminal es incapaz de registrar con precisión la imagen, por lo que el flashazo sólo consigue que obtengamos fotos quemadas.

Luz día, auto, exterior

Luz artificial, auto, sin flash, interior

Lo mismo sucede con la grabación de vídeo, en la que podemos trabajar en resolución VGA (640 x 480) y a 15 fps. Aquí se hace notar de nuevo el doble LED, en modo fijo para actuar como foco de vídeo. En oscuridad completa, podemos conseguir vídeos con cierto olor a The Blair Witch Project. Sin esperar demasiado de la nitidez de los objetos ni la definición de los colores, claro.

Almacenamiento y autonomía

Lo ideal en un teléfono musical sería contar con varios gigas de almacenamiento interno, ya que así el acceso a las canciones y listas de reproducción es instantáneo. El Nokia 5630 XpressMusic, con sólo 128 MB integrados, opta por basarse en tarjetas de memoria microSD. Esto supone que tendremos que esperar unos segundos para que se carguen las canciones, a cambio de no disparar mucho el precio del terminal.

En la caja encontraremos una tarjeta de 4 GB, aunque la ranura externa acepta modelos de hasta 16 GB. En otras palabras, el producto viene en sí preparado para guardar en su interior más de 80 horas de música con calidad decente. A partir de aquí, cada usuario puede ampliar el espacio poniendo de su parte una tarjeta superior.

Y tan importante como el almacenamiento es la duración de la batería. Según Nokia, este XpressMusic podría permanecer un día entero reproduciendo música ininterrumpidamente, siempre que lo coloquemos en modo off line. Es cierto, ya que aunque la batería sólo cuente con 860 mAh, ésta no tiene que soportar el consumo de una pantalla de gran tamaño, como sucede con los móviles táctiles avanzados.

En la práctica, es decir, realizando llamadas a diario y haciendo un uso medio del reproductor (unas tres horas de música al día), el Nokia 5630 sobrevive lejos del cargador durante unas tres jornadas. Otro gallo canta cuando aprovechamos de verdad todo lo que tiene el terminal, como la conexión Wi-Fi. En estos casos tendremos que recargar la batería a diario.

Conclusión

El Nokia 5630 XpressMusic quiere ser un teléfono musical venido a más. La primera pare del objetivo está cumplida, pues cubre de forma correcta todos los puntos realmente importantes para la música: almacenamiento de serie, autonomía y comodidades de uso, como la salida de auriculares y las teclas de reproducción. Su vertiente como teléfono avanzado anda algo más floja.

Todo se debe al envoltorio. Para trabajar cómodamente en Internet, los fabricantes optan en la actualidad por soluciones como pantallas táctiles de buen tamaño (veasé Nokia 5800 XpressMusic) o teclados QWERTY (como el Nokia 5730 XpressMusic). En este caso, por contra, nos encontramos con el diseño monobloque de toda la vida, y eso juega en su contra.

A no ser, claro, que sea precísamente el diseño sencillo el motivo por el que algunos usuarios se decanten por este Nokia 5630 XpressMusic. Si hay algo claro en la estrategia de Nokia, es que hay que cubrir todos los nichos de mercado, a menudo presentado terminales de prestaciones similares pero con distintos diseños.

Lo Imperdible

  1. Prestaciones musicales.
  2. Formato ligero y delgado.
  3. La interfaz de Symbian S60 es una agradable sorpresa para un terminal de estas características.

Lo Impresentable

  1. El fallo del reproductor, todavía no solucionable mediante actualización de software.
  2. Experiencia web muy limitada por la pantalla.

Disponibilidad y Precios

El Nokia 5630 XpressMusic está disponible en España en versión liberada por 219 euros. También se encuentra en el programa de puntos de Movistar, gratuito a cambio de 148.000 puntos (79.800 puntos con compromiso de permanencia de 18 meses).

Links:

Nokia 5630 XpressMusic: Ultradelgado y con S60

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