En las afueras de Barcelona, España, existe un poblado llamado Santa Coloma de Gramenet, donde la gente es muy trabajadora y donde en los mausoleos de su cementerio han colocado paneles solares, convirtiendo así un lugar de descanso perpetuo en un centro de energía virtualmente inagotable.
La energía generada por los 462 paneles, equivalente a la consumida anualmente por 60 casas, es enviada a la red local para su consumo público.
Los paneles, que apuntan hacia el sur para así captar la mayor parte de la luz del Sol entraron en funcionamiento el miércoles pasado, marcando el inicio de un proyecto que tardó tres años en ser implementado.
Los 124.000 habitantes de la pequeña ciudad están concentrados en un área muy reducida de apenas 4 kilómetros cuadrados (1,5 millas cuadradas) lo que hace casi imposible haber creado un lugar físico para albergar el sistema de recolección de energía.
El cementerio alberga los restos de unas 57.000 personas y los paneles apenas se concentran en el 5% de su superficie total.
El proyecto tuvo una inversión de USD$900 mil y su uso equivale a dejar de producir 62 toneladas anuales de dióxido de carbono.
Gran iniciativa para una región en España que comienza a ver en verde.
Link: Solar panels on graves give power to Spanish town (AP)