Hace algunas semanas Steve Jobs anunció una nueva actualización a los miembros de la popular línea iPod de reproductores. Uno de los integrantes que más llamó la atención de la presentación fue el nuevo nano en su cuarta generación (4G), que desecha el estilo “gordo” introducido con el 3G y vuelve a sus raíces, pero reteniendo la amplia pantalla de su antecesor y agregando una que otra novedad en el camino.
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En la revisión de hoy le damos un vistazo a esta nueva versión del reproductor de MP3 más vendido de la historia, y confirmamos si es que justifica este título o si a Apple ya se le acabó la innovación.
El equipo – iPod nano 8GB
Guardado en su caja transparente el iPod nano 4G confirma el fin (por lo menos por ahora) de las abultadas líneas del iPod 3G a favor de la delgadez que recordábamos de las primeras dos versiones del reproductor. A primera vista agradecemos el cambio, pues el factor forma del 3G nunca nos terminó de convencer y su disposición hacía ligeramente incómoda la navegación.
Como siempre, Apple se preocupa de darle un aire de exclusividad a sus productos, y como ya es costumbre el nano viene sujeto firmemente por un soporte de acrílico que le da un aura de misticismo al reproductor, por lo menos hasta que lo saquemos y empecemos a usar.
En un acercamiento al nano notamos su pantalla brillante de 2 pulgadas y su controversial curva en los bordes (que además se toma parte de la pantalla). Ambos temas los tocaremos en breve.
Antes de llegar a nuestro protagonista haremos una rápida escala por los accesorios que Apple incluye con su producto, rápida pues no hay mucho de qué hablar. Tenemos los manuales, un par de calcomanías de Apple para invocar guerras santas donde vayas, adaptador para dock, cable de conexión USB propietario (aunque es el mismo de los nano anteriores) y los audífonos que Apple incluye con su reproductor, que parecen ser absolutamente idénticos en estilo y calidad a los que venían incluidos con el nano 3G, lo que es una verdadera lástima, pues como veremos la calidad de estos deja mucho que desear.
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Volviendo al invitado de honor, nos encontramos con el nano 4G al desnudo, en color rosa (no nos dejaron escoger) y con un acabado metálico (aluminio anodizado para ser precisos) de excelente calidad, por lo que los rayones no serán un problema como en los iPod de policarbonato.
La rueda de navegación del nano vuelve sin cambios, y es agradable verla en un tamaño más generoso que en su antecesor. Como es de esperarse, el Click Wheel detecta fácilmente nuestros movimientos y su textura es agradable al tacto. Las nuevas curvas del 4G inclinan un poco la rueda en sus lados, pero esto no pasa de ser un detalle. Fuera de esto, algunos esperaban que el nano se sumara a la lista de dispositivos de Apple con capacidades táctiles para facilitar la navegación, pero este no fue el caso y en este plano el 4G se mantiene sumamente conservador.
Acercándonos un poco a la pantalla del reproductor, vemos que es exactamente la misma que la del nano 3G (2 pulgadas, 320×240 de resolución), pero que esta vez llega en formato vertical para no sacrificar las dimensiones del reproductor. Es agradable ver al nano de vuelta en su formato original luego del (para algunos) traspié de su antecesor, y la pantalla permite navegar fácilmente en su forma vertical o ver videos al ser inclinada, aunque sus dimensiones sean algo pequeñas para verla por períodos largos de tiempo o, lo que es aún peor, tratar de ver alguna serie subtitulada.
Como se ve en la foto, la pantalla tiene un acabado de espejo y una cubierta curva por delante, detalles que han sido motivo de largos debates. El acabado de espejo hace de la vista de videos una tarea casi imposible en exteriores con luz natural, pero aún se puede navegar por las canciones con un poco de esfuerzo, pero en interiores más oscuros se ve simplemente fantástica, con una densidad de píxeles que le dan una nitidez especialmente buena. La contraparte viene de la calidad de algunos negros, que no fueron tan profundos como se esperaría en estos casos.
El segundo punto es el de la curvatura en los bordes de la pantalla, y si bien efectivamente hace un efecto de concavidad a contraluz, esto no se nota en lo más mínimo al navegar, jugar o ver películas, por lo que no debería haber mayores problemas en este aspecto.
El famoso borde curvo se extiende por todo el reproductor, y si bien Apple lo ofrece casi como si fuera una revolución del diseño, la verdad es que pasada la primera impresión prácticamente no llama la atención, lo que puede ser algo bueno o malo según por donde se lo mire. En cualquier caso el nano se sigue amoldando bien a la forma de la mano, por lo que el borde curvo no interviene funcionalmente.
Los lados del nano 4G están completamente limpios.
En la parte superior sólo notamos el interruptor para bloquear los controles de navegación. No puedo dejar de pensar que la forma circular se ve algo barata, pero eso cae en el criterio cosmético de cada quien.
En la parte inferior tenemos las típicas conexiones de comunicación y de 3,5 mm. para audio.
La última escala en nuestra visita por el reproductor es en su tapa posterior, en la que descubrimos una de las mejoras más significativas sobre el nano 3G, pues en vez de tener una tapa de aluminio muy propensa a los rayones, el 4G extiende el aluminio anodizado por todo su cuerpo, protegiéndolo de forma más eficaz contra los choques con las llaves en nuestros bolsillos. También es agradable ver que el color del nano ahora aparece por todo el reproductor y no sólo en su cara frontal.
Interfaz y acelerómetro
Si nos apegamos a las comparaciones, la interfaz del nano 4G es casi idéntica a la de su antecesor directo, mostrándonos las carátulas de los discos que tenemos guardados desde su menú principal (aunque ahora en estilo carrusel) y con soporte para CoverFlow. Lo que sí cambia es la forma de navegar por esta interfaz pues la adición de un acelerómetro en el nano le permite reconocer en qué dirección está siendo orientado, de esta forma al inclinar horizontalmente el nano 4G entraremos directamente el modo de CoverFlow para navegar por las carátulas de los discos guardados en el reproductor, mientras que al usarlo verticalmente nos quedaremos en los menúes de texto estático y en la pantalla de información de medios al estar escuchando alguna canción.
Hablando del acelerómetro, Apple hizo un buen trabajo en su implementación, y detectó sin problemas los giros más exóticos que se nos ocurrieron, además de insertarlo de forma muy sutil en el sistema de navegación, con lo que no tendremos que hacer el ridículo en público sólo para cambiar el volumen o movernos de pista en pista.
Finalmente, la segunda función del acelerómetro en lo que respecta a reproducción de medios es para escoger canciones al azar de nuestra librería “agitando” el reproductor, lo que si bien es interesante como experimento, requiere de algo de agresividad para detectar el cambio (presuntamente para evitar los cambios sin intención). Sólo en una ocasión el sistema realizó un cambio indeseado cuando caminábamos con el reproductor desbloqueado en el bolsillo, pero en cualquier caso la agitación se puede desbloquear desde los ajustes del nano.
Calidad de audio y video
Puede ser bonito y estético, pero a la hora de la verdad el nano 4G tiene que cumplir con las exigencias de un buen reproductor de medios, y felizmente Apple no ha olvidado este detalle en su búsqueda de diseños estilizados, pues el nano tiene, para los efectos prácticos de un oído poco entrenado, la misma calidad de audio que su antecesor al conectarlo con parlantes de buena calidad y pasar por pistas de música clásica, pop y algo de rock, con bajos consistentes y sin problemas para llegar a los tonos más agudos (siempre que el archivo original sea de buena calidad, claro), con lo que quedamos plenamente conformes en este plano.
Lamentablemente el nano 4G viene incluido con un par de audífonos de calidad mediocre, dejando compases medios y bajos con menos claridad de la que escuchamos anteriormente, algo que se viene repitiendo desde hace un buen tiempo y que, por algún motivo, la empresa de la manzana nunca ha solucionado.
Finalmente tenemos la calidad en videos, donde las pequeñas dimensiones de la pantalla nos juegan una mala pasada si pensamos verla por largos periodos de tiempo o ver videos subtitulados, pues la fatiga estará a la orden del día. A pesar de esto, la densa resolución de la pantalla brilla con videos musicales, que se ven con nitidez sorprendente sobre el LCD.
Como decíamos hace algunos párrafos, el acabado de espejo le juega malas pasadas en exteriores, pero en ausencia de luz aumenta considerablemente el contraste percibido de la pantalla, el “trade-off” entre ambos dependerá mucho del usuario final, pero creo que Apple está abusando mucho de esta facultad en sus últimos productos, y que el nano 4G no es la excepción.
Detalles finales
Además de sus capacidades de reproductor, el nano 4G también incluye las típicas funciones de relleno, entre las que contamos calendarios, alarmas, cronómetro, etc., pero nos interesa particularmente el apartado de ocio (a.k.a. juegos), pues uno en particular aprovecha las capacidades del acelerómetro del nano de una forma bastante original. Se trata de Maze, un juego en el que controlamos una pelota girando el reproductor para controlar hacia donde “cae” y donde nuestra labor consiste en llevarla de forma rápida y segura a través de una serie de puzles y dándonos buenas esperanzas de otros títulos que puedan tomar provecho de esta facultad.
iTunes
Encargado de la gestión de archivos del iPod tenemos el infaltable iTunes, que con el paso del tiempo ha ido incursionando en las funciones de reproducción, gestión de audio y video, compra de canciones y videos y un largo etcétera de capacidades. Como ya sabemos, no podemos simplemente copiar archivos directamente al iPod, y todas las transferencias de contenido se tienen que hacer por medio de este programa (u otras alternativas). Como gestor de audio iTunes es soberbio, manteniendo una biblioteca ordenada gracias a tags ID3 y fácilmente navegables. Mantiene el firmware del reproductor al día y actualiza nuestros podcasts sin complicaciones.
Sin embargo no todo es color de rosa, y el sistema de sincronización con el iPod es algo proactivo para nuestros gustos, y optamos por realizarla de forma manual. Lo que es verdaderamente desastroso es su soporte para formatos, pues nos podemos ir olvidando de los archivos OGG, WMA, RM y similares que tengamos guardados, y si bien es posible convertirlos a MP3 con programas de terceros, el soporte para formatos lossless como FLAC simplemente no existe, quizás por su competencia con ALE, y rebajarlos de calidad o (auch) pasarlos a WAV simplemente no es opción para algunos melómanos.
El soporte para videos es aún peor que el de audio, y los archivos que deseemos incluir en la lista de reproducción de iTunes / iPod deben tener el formato exacto, so riesgo de recibir un error por parte del reproductor oficial de una de las empresas más importantes del área de reproducción de medios. Un convertidor externo (SUPER es una preferencia personal) se hará necesario si queremos pasar videos de terceras fuentes al nano, y estas conversiones son engorrosas y lentas en muchos casos.
Conclusión
Luego de revisar el iPod nano 4G tenemos sentimientos encontrados. Por una parte es agradable ver al nano de vuelta en su delgadez estilizada, mezclando lo mejor de sus antecesores, que mantiene la calidad y solidez que caracteriza a la compañía, pero en la otra mano sentimos que se está dejando llevar por modas innecesarias o durmiendo en los laureles en algunos aspectos, como lo son una pantalla innecesariamente reflejante y un soporte absurdamente básico de formatos, y aún nos perturba como después de tantos años el iPod siga incluyendo audífonos de calidad tan deplorable.
Sin embargo, hay que dar crédito donde es debido, el iPod sigue teniendo una de las mejores interfaces en el mundo de reproductores portátiles y una calidad de audio que está a la altura de prácticamente todos sus clientes. El acelerómetro es una agradable adición y iTunes –después de acostumbrarse un poco a su interfaz- es un eficaz gestor de música (antes de considerar los puntos negativos).
Lo Imperdible
- Diseño de vuelta a los orígenes, delgado y angosto
- Calidad de construcción impecable y resistente a los rayones
- Capacidades en memoria flash cada vez mejores (8 – 16 GB)
- Calidad de audio impecable para los efectos prácticos
- Pantalla espectacular en interiores
Lo Impresentable
- Soporte de formatos muy básico
- Acabado de espejo algo excesivo
- Audífonos incluidos de mala calidad
- Poco que agregar en términos funcionales sobre su antecesor