Investigadores de mi alma mater, el MIT, han desarrollado un silla de ruedas autónoma capaz de “aprender” los distintos lugares de un edificio o construcción. La silla puede recibir órdenes verbales personalizadas del tipo “llévame a la cocina” o “vamos a la biblioteca”, luego de lo cual transporta de manera automática al usuario sin necesidad de que este deba recurrir a otro tipo de controladores, que por más simples de usar que parezcan, puede ser problemáticos para personas con discapacidades serias.
El vehículo usa señales Wi-Fi para crear sus mapas de navegación, así que antes de poder funcionar necesita de una red apropiada. En el futuro la silla debería también incorporar un sistema para evitar colisiones, pero lo más ambicioso es el agregarle un brazo robótico que tome y manipule objetos para por ejemplo, poder encender o apagar una luz o llevar un vaso hasta los labios del usuario.
Link: Robot wheelchair finds its own way (Vía Digg)