Mañana se cumplen ya dos semanas desde que por primera vez agarramos, y no soltamos, al nuevo iPhone de Apple. El aparato físicamente está bien bueno: Es un teléfono, una agenda, un GPS, un comunicador y una plataforma muy bien pensada… en la cabeza de sus creadores.
Sin embargo, la parte “blanda” es la que ha tenido demasiados problemas en sus cortos 14 días de vida. El sistema operativo 2.0 y su pseudo apertura a las aplicaciones nuevas, realmente dejan mucho que desear.
No porque sea feo, o mal hecho, simplemente porque Apple decidió lanzar algo al mercado demasiado inmaduro, a tal punto, que ciertos aspectos del nuevo sistema operativo y de la estrategia de Apple en general, ni siquiera se acercan a un nivel Beta, sino más bien a un Alpha avanzado.
Más de un millón de usuarios como yo ya han pagado, y seguirán pagando día a día, por un aparato precioso, pero con un cerebro de bebé, inmaduro e ingenuo. Y otros 3 millones ya han actualizado su iPod Touch o iPhone de primera generación con la nueva encarnación.
Se nota demasiado que Apple trató de tirar algo rápidamente al mercado para demostrar presencia un tanto arrogante, como un perro que marca su territorio orinando en los árboles de su barrio.
El sistema operativo del iPhone 2.0 es demasiado inmaduro. Se cae a cada rato y en ocasiones hace que el simple hecho de teclear o buscar un contacto, sea una tarea tediosa y frustrante.
iPhone OS 2.0 es un beta público ofrecido a millones de personas. Falta mucho. Apple se ha dormido en sus inmaduros laureles. MobileMe tiene demasiados problemas infantiles. Afortunadamente, todo lo que sea Software, es fácil de mejorar. Borrón y cuenta nueva. Un perdonazo público. En pocas semanas, te aseguro que van a sacar un 2.0.x para limpiar su blanca e inmaculada imagen Stevejobiana.
En breve, y para no aburrirte demasiado: La batería dura increíblemente demasiado poco si quieres hacer uso de todas las bondades el nuevo Appleófono. Las aplicaciones se caen a cada rato sin razón alguna. El sistema operativo es inestable y hay demasiadas fugas de memoria en la base del sistema. Cada vez que una aplicación requiere de el servicio del módulo del GPS, el sistema se pone nervioso y titubea a tal punto que se cae.
En todo caso, Apple lo ha logrado. Ha metido ruido en el mercado. Ha marcado su territorio, sí, como ese perro que levanta la pata a cada cinco metros.
Yo, un consumidor tonto, estuve parado por largas horas en la cola. Estoy feliz pero triste, ya que una vez más, el Marketing me ha convencido. Me gusta mucho el aparato de Steve.
En todo caso, no me arrepiento, pero sí estoy ansioso de que solucionen estos pequeños tropiezos que a la larga, harán una gran diferencia.
Link: iPhone 3G