Odio mi celular. Y no solo el que tengo ahora. He odiado todos los celulares que he tenido.
Bueno, quizás al primero le tuve especial cariño. Después de todo, poder hacer una llamada desde cualquier lado me cambió el mundo. Pero quizás más que eso, lo increíble fue cuando todo el mundo empezó a tener celular. Entonces le podías pedir el número a alguien, y ahora cuando los llamabas, siempre te asegurabas que tu llamada llegaba directamente a esa persona — y si esa persona no deseaba hablar y no contestaba, simplemente le mandabas un mensaje de texto con el recado. Paraíso comunicacional.
Comunicación directa persona a persona.
Pero poder ser parte de esta revolución, significa andar trayendo un objeto más. Al principio grande y caro, pero cada día más portátil y barato (algunos incluso creen que un día será gratis). Por el precio que antes encontrabas un teléfono que con suerte podía recibir un llamado, ahora te encuentras con teléfonos que son verdaderos computadores multimedia del tamaño de una billetera. Mientras algunos solo necesitaban recibir llamados, otros empezaron a ponerse exigentes.
En el comienzo, aparte de funcionar como teléfono, se le incorporó un reloj y todos fueron felices.
Pero no para siempre. Ahora, aparte de funcionar como teléfono, se le han incorporado juegos, mensajes de texto, correo electrónico, cámaras de foto y video, linternas, reproductores de audio portátil, navegadores de páginas web, teclados completos, redes inalámbricas de corto y largo alcance (Bluetooth y WiFi), lectores de documentos, pantallas sensibles al tacto grandes y de alta resolución, y en algunos casos sistemas operativos muy avanzados con soporte para miles de aplicaciones extras. Entre muchas otras cosas.
Sorpresivamente, ninguna compañía ha logrado crear un objeto que conjugue todas esas funciones en un objeto simple y fácil de usar. Uno que tenga solo las funciones que realmente usamos, que cumpla varios objetivos y que los haga todos bien. Pero ante todo, que sea fácil de usar.
Los rumores hace años insinuaban que Apple iba a empezar a producir teléfonos celulares. Después de usar un Mac o un iPod, aparecía la esperanza que quizás esta compañía trajera el celular que nadie había logrado crear. Pero no fue así.
El 95% de los teléfonos tienen una interfaz que apesta. Claro, nos acostumbramos al que usamos todos los días, pero objetivamente ninguno funciona de la mejor manera posible. O son tan simples que necesitas hacer cualquier cosa compleja en más de 20 pasos, o son tan complejos que ni siquiera puedes hacer lo más simple. El 5% que se salva, son los que teléfonos que son tan simples, que no tienes muchas opciones — pero las dos cosas que hacen, las hacen bien.
El iPhone podría haber sido el teléfono perfecto. El día que Steve Jobs lo anunció, con su impresionante show, todos quedamos atónitos. Pero después que pasó el impacto y empezamos a investigarlo de cerca, no era tan increíble como el tío Steve lo hacía sonar. Aunque obviamente todavía no he tenido uno en mis manos, y aunque las especificaciones definitivas todavía no se anuncian, hay muchas debilidades que podemos ver de lejos.
Todo este artículo es mi opinión personal, igual que los siguientes ocho puntos (así que siéntanse en plena libertad de destrozarlos, o agregar los suyos en los comentarios). Repito, no lo he probado, quizás al usarlo muchos de estos comentarios serían irrelevantes:
- ¿Sin botones? Steve hizo un argumento muy convincente sobre la supuestamente brillante idea de haber eliminado los botones y usar una pantalla táctil, permitiendo aprovechar mejor la superficie del equipo. Obviamente, esto no es nada nuevo, teléfonos con pantalla táctil hay varios. Pero hay una cosa que no me va a dejar satisfecho nunca: La sensación de un botón no lo puede reemplazar una pantalla, y lo que es peor, nunca podrás presionar un botón sin mirar. Muchas veces cuando mi teléfono suena y no lo quiero contestar, meto la mano al bolsillo y sé exactamente que botón apretar. O al terminar un llamado, puedo cortar sin tener que mirar al equipo. Con el iPhone, cada vez que presiones un botón, tendrás que estar mirando la pantalla, ya que no tendrás retroalimentación táctil (“tactile feedback”). El Sony Ericsson M600 tenía ese problema, y terminó siendo una pesadilla. Si tan solo le hubiesen agregado dos botones al iPhone, podrían solucionar este problema. Send/End, Aceptar/Cancelar, Llamar/Cortar, o como quieran llamarlos. Verde y rojo y listo.
- ¿Amarrado a un proveedor exclusivo? Esto realmente me empelota, ya que probablemente no pueda usar uno hasta el próximo año por culpa de esto. En teoría, nada me impide de entrar a una tienda, comprar un equipo, meterle mi chip SIM, y empezar a utilizarlo con mi proveedor celular favorito. Bueno, “nada” excepto la misma Apple. Tradicionalmente la industria celular ha sido así, los equipos vienen amarrados a los proveedores de telefonía y la mayoría vienen bloqueados para que no los puedas utilizar con la competencia (aunque técnicamente sean compatibles). Pero empresas como Nokia se han dado cuenta que los usuarios queremos independencia y flexibilidad, y han comenzado a vender los equipos de manera directa (aunque claro, Nokia es el líder del mercado y puede hacer lo que quiera). Pero por culpa de su contrato de exclusividad con Cingular (que te exige comprar el iPhone con un contrato a 24 meses con esa compañía), el resto del mundo vamos a tener que esperar que Apple logre acuerdos con cada proveedor, en vez de comprar el equipo por Amazon, y empezar a utilizarlo donde queramos. Lo que es peor, se rumorea que el equipo vendrá bloqueado para funcionar únicamente con Cingular, por lo que aunque te consigas uno al doble del precio en el mercado negro, probablemente no puedas desbloquearlo. Haber ido en contra de la corriente y sacar un equipo independiente del proveedor, eso si hubiese sido realmente revolucionario. Mucho más que una pantalla “multi-touch”.
- ¿Aplicaciones de terceros? Con bombos y platillos anuncian un teléfono tan poderoso que corre OS X, “el sistema operativo más moderno del mundo”. Inmediatamente empezamos a soñar con poder instalar versiones móviles de nuestras aplicaciones favoritas, partiendo por Skype o un cliente SSH. Pero no hemos llegado ni al tercer sueño, cuando el propio Jobs dice que para garantizar el buen funcionamiento del equipo, ellos van a decidir que se puede instalar en el teléfono. Es decir, no podrás descargar e instalar libremente lo que quieras. Por muy poderoso (y caro) que sea el iPhone. Insisten que “es un teléfono y no un PC”, y que no quieren que los usuarios instalen tantos programas que al final “no puedan ni realizar un llamado”. Aquí quedo atónito. Se están disparando en el pie. Mientras todos los smartphones que corren Palm OS o Windows Mobile son un éxito gracias a la comunidad de desarrolladores creando las más variadas aplicaciones para tu equipo (y que aún así siguen siendo capaces de realizar y recibir llamados), Apple dice que únicamente las aplicaciones que tengan su bendición podrán funcionar en el iPhone. Esto apesta. ¿La gota de optimismo? Los rumores dicen que podrás instalar widgets (mini-aplicaciones basadas en HTML y JavaScript), pero no aplicaciones (como un eventual Skype para iPhone).
- ¿EDGE? ¿Que pasó con 3G? Si, claro, el teléfono tiene WiFi para obtener internet de alta velocidad, pero parte de la gracia de un celular es que (todavía) tiene una cobertura inmensamente mayor que el WiFi. En una época en que la tercera generación de telefonía celular esta entregando verdaderas velocidades de banda ancha en todo el mundo, me sorprende que el teléfono que llega a “revolucionar la industria” (según Apple), no esté utilizando la última tecnología. UMTS o HSDPA, cualquiera de las dos, pero al menos un poquito de 3G. Los rumores (si, nuevamente) dicen que la radio que incluye el equipo, permitirá utilizar redes 3G únicamente con una actualización de software, pero por el momento son solo eso: rumores.
- ¿Que pasó con iChat? Todos los equipos que vende Apple actualmente, con excepción del Mac Pro y el Mac mini, vienen con webcam integrada. Apple tiene iChat, una de las aplicaciones más espectaculares para realizar videoconferencia. Pero increíblemente el iPhone, revolucionario y todo, no viene con iChat. Ni siquiera para poder chatear con texto. Mientras los BlackBerry tienen Google Talk, y los Windows Mobile tienen MSN Messenger, el iPhone solo tiene SMS. Mal, muy mal.
- ¿MP3 como ringtone? Al ser el iPhone un iPod y un teléfono celular, parecía obvio que podrías utilizar cualquier canción de tu librería como ringtone, pero al parecer puede que no sea así. Jobs ha dicho que todavía no están seguros si van a permitir eso. Los problemas de haber firmado un contrato de exclusividad con un proveedor de telefonía celular que no va a estar tan gustoso de dejar de percibir ingresos por sus ringtones.
- ¿Usarlo como modem? Jobs no habló de esto en su presentación, por lo que no se sabe si se podrá utilizar. Actualmente, esta es una de las funciones principales que le doy a mi Treo (y a mis últimos 3 celulares). Siempre que estoy en una zona sin internet, puedo confiar en que mi celular pueda funcionar como modem inalámbrico para mi laptop. Si el iPhone no puede hacer esto, definitivamente queda fuera de mi lista.
- ¿Memoria extendible? Aqui reconozco que me estoy poniendo quisquilloso, pero Pollak me obligó a hacerlo. Con toda la competencia ofreciendo ranuras de expansión, ¿porqué no agregarle una ranura miniSD? Si, lo sé, viene con 4 u 8 GB, ¿pero que pasa si quieres más? No les cuesta nada.
Bueno, el último punto ya está rondando en exigir demasiado. Pero los primeros puntos son muy válidos, y pueden definir el fracaso o éxito de este producto. Por suerte (para ellos), el equipo todavía no está finalizado y aún todo puede cambiar (excepto el segundo punto). Si recuerdan, cuando Steve Jobs presentó el primer iMac, todo el mundo quedó impresionado, pero inmediatamente empezaron a criticar el hecho de que trajera un modem de 33.6 Kbps cuando todos necesitabamos 56 Kbps. Al momento que estuvo finalmente disponible en tiendas (3 meses después del anuncio a la prensa), el modem había sido actualizado a la velocidad mayor. Eso me da esperanza que algunas cosas todavía puedan cambiar con este equipo.
Si, quiero un iPhone. Si, es cierto que es recién la primera versión y probablemente vayan aprendiendo, y la segunda versión traiga estas mejoras y más. Pero es tan poco lo que le falta para ser un equipo casi perfecto, que vamos a estar cruzando los dedos. Esperemos que la compañía de la manzanita mordida despierte un poco, y vuelva a escuchar a los usuarios.
(Gracias a Rodrigo por la imagen del Apple Phone de 1985!)