Introducción
La arquitectura K8 de AMD nos ha acompañado desde hace ya bastante tiempo. Para ser más específicos, desde septiembre del 2003 en forma de procesador de escritorio (antes de esto lo pudimos ver bajo la marca Opteron de productos para servidores). Esta arquitectura fue la secuela de aquella que cimentó a la compañía radicada en Sunnyvale como un líder tecnológico – que aun siendo una fracción en tamaño que su competidor Intel, demostraba que podía empatar e incluso superar en ciertas ocasiones a sus productos – estamos hablando de la arquitectura K7, la cual fue mostrada en sociedad originalmente el año 99. Si bien cuando hacemos memoria, rememoramos al ahora difunto Athlon de 32-bit como un procesador longevo, el Athlon 64 también ha hecho lo suyo y nos ha acompañado por más de tres años, prácticamente el mismo periodo de tiempo que duró el reinado de K7 dentro de AMD.
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El Athlon 64 ha pasado por diversas fases, lo vimos por primera vez en zócalo 754 y hoy en día lo vemos en su plataforma más controvertida, AM2. El Athlon64 que conocemos hoy en día es un ser bastante distinto a ese extraño pedazo de silicio de 754 pines que conocimos el año 2003, si bien comparte el mismo ADN, su proceso productivo fue disminuido, vimos como se le agregaron nuevas instrucciones dentro del paquete SSE-3, pudimos apreciar como su controlador de memoria evoluciono en dos ocasiones – en la primera añadiendo soporte para memorias en configuración de 128-bit dual channel, y en la segunda incluyendo soporte para memoria RAM de tipo DDR2 – y cómo se multiplico y se transformo en el primer procesador doble núcleo de escritorio del planeta.
AMD es hoy lo que es, gracias al enorme éxito del Athlon 64 en todos sus sabores. De transformarse en un fabricante de clones, a la elección de los entusiastas y por ultimo a un producto reconocido a nivel mundial y abrir la puerta del hasta hace algunos meses el mayor ensamblador de computadores del planeta, no hace más que revindicar el hecho de que esta pequeña compañía del norte de California esta para cosas grandes, cosas que Jerry Sanders III, fundador de AMD y opinólogo de tiempo libre, nunca hubiese imaginado.
Para aquellos que seguimos la tecnología desde cerca es inevitable emocionarse al ver como esta arquitectura llega lentamente a su fin, y es por esto que este articulo que verán a continuación esta plagado de nostalgia. Hoy veremos un ejemplar único en su tipo, un procesador que refleja la suma del esfuerzo de este “underdog”, un animal que nos muestra que no es necesario grandes presupuestos para hacer las cosas bien, un producto que probablemente se transforme en el último gran procesador de una camada que será recordada como el punto de inflexión entre AMD, la alternativa a Intel, a AMD, el fabricante de semiconductores. Es el procesador del que todos hablan, el unicornio azul, el elemento de arena y cobre que demostró que no es necesario de hielo seco, nitrógeno liquido o refrigeración liquida para tener un procesador AMD de doble núcleo corriendo a 3000MHz. Es el Athlon 64 X2 6000+, el ultimo vestigio de la arquitectura K8.