Uno de los grandes mitos de la ciencia espacial y de nuestra civilización, es que la Gran Muralla China se puede ver a simple vista desde el espacio. Pero la realidad es que astronautas que han viajado a la Estación Espacial Internacional (ISS) de la NASA, han dejado el testimonio que no son capaces de ver la estructura sin utilizar herramientas de acercamiento óptico.
PUBLICIDAD
¿Hay alguna construcción humana que se pueda ver a simple vista desde el espacio? Podríamos contar con que las grandes ciudades iluminan la superficie terrestre durante las noches. Pero eso no vale como una sola megaestructura.
La única que se puede ver, en realidad, es algo llamado Mar de Plástico, ubicado en la provincia de Almería, en España. Según reseñan los expertos de Astrorural, una foto tomada desde la Estación Espacial Internacional muestra como se ve sin problemas esta maravillosa construcción de la humanidad.
Recomendados
ALMA de Chile resuelve un misterio astronómico que tenía confundidos a los científicos desde hace 88 años
¿Un pedazo de la Luna orbitando la Tierra? Descubren el misterio del asteroide Kamo’oalewa
Las 5 fotografías más emblemáticas tomadas desde el espacio
“Este Mar de Plástico se encuentra en la provincia de Almería, cerca de localidades como El Ejido o Roquetas del Mar, y es un importante centro de producción agrícola, de una gran extensión gracias a la inmensa cantidad de invernaderos”, dice Astrorural en su publicación, que va acompañada de la foto.
El Mar de Plástico recibe su nombre por la gran cantidad de invernaderos que la conforman. Precisamente cuando se ven desde el espacio, es que parece un océano de plástico.
Está considerada como una de las zonas agrícolas más importantes de Europa. En ella se produce una gran variedad de frutas y hortalizas, como tomates, pimientos, pepinos, calabacines, melones y sandías, que después se reparten entre varios de los países del viejo continente.
Se creó durante la década del 60. En ese momento, los agricultores de España comenzaron a usar invernaderos de plástico para cuidar que sus cultivos no fuesen destruidos por el viento o por la misma salinidad del suelo. Así, lograron que las siembras de cualquier producto de la tierra se pudiesen hacer todo el año y no por épocas, como se acostumbra en otros sembraderos.