Como ya se sabía, la ciudad de Munich decidió dejar de lado su idilio con Linux y regresar a Windows. Los alemanes han revelado sus planes concretos para ello, lo que incluye gastos por hasta 50 millones de euros en un proceso que durará varios años.
PUBLICIDAD
Según el alcalde de Munich Dieter Reiter (vía ZDNET), el tener dos sistemas operativos diferentes es un problema; esto, en referencia a que pese al uso extendido de Linux, la administración de la ciudad todavía usaba Windows en algunos equipo. Entonces, el fin es ahora tener una plataforma a lo largo de todas sus terminales: Windows.
El alcalde también comentó que “más de 6.000 trabajadores no están satisfechos tampoco con el rendimiento de los sistemas operativos actuales”. Y puntualmente, se mencionan en el reporte varias quejas relacionadas a mermas en la productividad debido a problemas no corregidos al sistema operativo, cosa que según los resultados de una consultoría externa, se debieron principalmente a la falta de coordinación de los departamentos de informática y no al software en sí.
A día de hoy, el retorno a Windows está ya aprobado; sin embargo, el cambio no será de un día para otro. La puesta en marcha del plan comenzará en 2020 y recién en 2023 estará todo listo: en total, son cerca de 29.000 computadores los que tendrán que dejar atrás su actual distribución de Linux para correr con Windows.
Con todo, cuando sucedan estas cosas siempre quedará un manto de dudas respecto a los reales motivos de la transición. Porque es sabido que Microsoft está muy interesada en trabajar con los gobiernos implementando su software a gran escala, amén de que ya en marzo el jefe de informática de Munich aseguraba que la decisión era solo política.
Y no es que sea primera vez que eso pasa.