Twitter se encuentra en una situación complicada en relación con Donald Trump y su incómoda cuenta dentro de esta red social. Por un lado se ha convertido en un factor de amenaza y detonante potencial de desequilibrio mundial, a la par que su eliminación podría costarle una fortuna a la plataforma.
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Las recientes publicaciones del Presidente de Estados Unidos en Twitter, donde, a lo largo de los meses de agosto y septiembre ha amenazado a Corea del Norte con la posibilidad de iniciar un conflicto bélico y borrarlos del mapa, han disparado las denuncias contra la cuenta de Trump, exigiendo su bloqueo, sin resultado alguno, y ahora la compañía ha tenido que salir a dar su postura oficial sobre el asunto.
A lo largo de seis mensajes consecutivos publicados en su cuenta oficial, el equipo de Twitter señala, de manera controvertida, que luego de analizar el tema han decidido que no borrarían las publicaciones de Trump debido a que contienen información de “interés periodístico”, y por lo tanto deben mantenerse en la red.
La promesa de la plataforma es que pronto revisará, actualizará y publicará de manera puntual sus lineamientos de publicación y permanencia, donde se explicarían a mayor detalle estas variables.
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Sin embargo, esta declaración abre camino a una nueva línea de debate, sobre cómo se determina qué información puede ser valiosa para los usuarios o de “interés periodístico”.
La mala noticia es que ahora, al menos bajo la perspectiva planteada, la cuenta de Twitter de Donald Trump no se irá a ningún lado, ni será moderada.