La empresa norteamericana Vizio se encuentra enfrentando la peor crisis por la que han atravesado en su historia, y con justa razón. Según informaciones publicadas por la FTC de Estados Unidos, la marca habría estado espiando a sus usuarios desde por lo menos el año 2014 por medio de sus Smart TV, pero no sólo eso, sino que también vendiendo los datos recopilados a terceras partes, haciéndolos pasar por informaciones de otra calaña.
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Los datos entregados a otras marcas -quienes en su mayoría venden publicidad- corresponden a la IP del servicio de sus clientes, con lo que pueden seguir los datos de la persona bajo la cual esté registrada el mismo, además de cada segundo de lo que vieron en sus pantallas, incluyendo reproductores externos, contenidos vía satélite y un largo etcétera de posibilidades que ayer publicó Engadget.
La firma electrónica fue penada con una indemnización al Fisco de USD $2.2 millones, cifra relativamente baja para todo lo que pudieron haber vendido, tanto en hardware para sus usuarios, como en los datos de los mismos.
De todas maneras, la empresa debe comenzar a retirar los 11 millones de dispositivos afectados por el software de espionaje a conciencia por parte de la marca, haciendo que el futuro financiero de Vizio junto a sus aliados en esta cruzada gran-hermanística sea muy incierto.
[Actualización] En su defensa, Vizio explicó en un comunicado que el acuerdo al que llegaron con la FTC va a sentar “un nuevo estándar para buenas prácticas de privacidad a lo largo de la industria. Además, alegan que los datos recolectados no se enlazaron a otra información de identificación personal como nombres o datos de contacto y la comisión federal tampoco lo puso en duda. “Tal como se lee en el reporte, las prácticas cuestionadas por el gobierno solo se refieren a uso de datos para crear reportes de audiencia y comportamiento”.
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