Hasta el momento se consideraba imposible detectar el Alzheimer en un animal vivo antes de que los síntomas severos aparecieran, pero ahora una nueva técnica que involucra nanoestructuras e imágenes de resonancia magnética ha sido usada con éxito para detectar este mal cuando los síntomas no han aparecido aún.
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Esta innovación se detalla en un estudio, publicado por Natura Nanotechnology, el cual trata este método desarrollado por William L. Klein, que usa una sonda y un escáner MRI para buscar unas toxinas llamadas beta-amilodes, responsables de la enfermedad, y mediante el uso de un anticuerpo especial logró que las concentraciones de la toxina aparezcan como áreas oscuras en una placa de resonancia magnética.
Viola et al., Nature Nanotechnology, 2014.
Cuando se cuenta con una causa molecular de la enfermedad, es posible pasar a procesos que la ataquen; por ejemplo, una serie de drogas diseñadas para combatir la enfermedad en sus momentos iniciales y no permitir el deterioro en la calidad de vida tan ligado a la enfermedad, o crear nuevas terapias que se ajusten a cada caso, porque al igual que con el cáncer, una detección temprana y el tratamiento consecuente cambia muchas cosas.
El método no es invasivo y se llevó a cabo inicialmente en animales vivos: una mitad con la enfermedad y la otra, sana; cabe agregar que el escáner MRI se administró por vía intranasal. Posteriormente se usó tejido de cerebros humanos de pacientes que murieron por complicaciones del Alzheimer y un control de pacientes que no presentó la enfermedad. En ambos casos, los resultados del estudio fueron positivos.