Los recientes problemas legales de Uber han llevado a la empresa estadounidense a tomar la decisión de cerrar su servicio UberPOP en España, esto según un mail y un comunicado que circuló la madrugada de este 31 de diciembre.
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La historia de este desacuerdo se remonta a mediados de 2014, cuando Uber aterrizó en España: primero en Barcelona, Madrid y Valencia. Inicialmente, debido a la presión del sector del taxi, el Gobierno comentó que multaría con hasta EUR €600 a quien contratara vehículos particulares y sus conductores como medio de transporte, como en el caso de Uber en España.
Hasta principios de diciembre no llegó la sentencia del Juzgado de lo Mercantil número 2 de Madrid que indicaba que Uber debería dejar de ofrecer servicios por no contar con los permisos necesarios para el transporte de personas. El juez también señalaba que para asegurar el cese de operaciones cautelar, las operadoras debían bloquear el acceso, al igual que las empresas que gestionan los pagos de tarjetas.
Sin embargo, el ejercicio no cesó y Uber indicó a sus conductores que la actividad seguía como hasta ahora; además, se saltó la restricción de las operadoras, de manera parcial, en dispositivos Android, pero no la de las empresas que gestionan los pagos.
El día de ayer recibimos la sentencia formal y, en cumplimiento con la orden del Juzgado de lo Mercantil y en respeto a la ley, hemos suspendido temporalmente uberPOP en España mientras apelamos a la sentencia judicial y evaluamos nuevas opciones para dar a los españoles acceso a viajes seguros y cómodos.
La empresa refiere que quiere respetar la legalidad en España, pero hasta ahora ha manejado el negocio de UberPOP de manera un tanto gris. Incluso, el hashtag #YoApoyoUber en Twitter pretende ejercer presión, aunque suponemos que a la sociedad, porque con tal acción no se logra cambiar de parecer a los jueces.
Por el momento es difícil saber cuántas personas en España que trabajan conduciendo con Uber perdieron esta forma de ingreso, aunque se calcula que es un número inferior al centenar, pero por ahora es imposible saberlo.
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Un cierre a la espera de un cambio legal
Uber cierra en España, pero no clausura su oficina. En su artículo de despedida deja muy claras sus siguientes intenciones: presionar mediante lobby e intentar crear una regulación para Uber y la llamada economía compartida.
Durante esta suspensión temporal de uberPOP, colaboraremos también con los políticos españoles para desarrollar el nuevo y necesario marco regulatorio para crear un espacio justo para Uber y la economía colaborativa.
Es difícil que esto suceda en un país como España por el ambiente político que vive, reacio a cambios, como abrir un marco legal como el del transporte cuando el sector del taxi ejerce tanta presión.
No queda claro cual es el futuro de Uber en España: no respeta las leyes que indican que para transportar personas con fines de lucro tanto por parte de la empresa como del conductor, es este último quien debe contar con ciertos requisitos, como licencia adecuada y seguros especiales para operar.
Otras opciones como BlaBlaCar y Cabify que se desenvuelven de manera 100% legal se verán afectadas positivamente, pues ya no se hablará de compartir vehículos particulares y de empresas que transportan como lo hacen los taxis en un tono de ilegalidad.