Economía

Taylor Swift no quiere ser parte del “experimento” de la música por streaming

La cantante no ve los servicios de música por streaming como la nueva realidad respecto a la forma en que la industria discográfica gana dinero.

Hace unos días atrás la cantante Taylor Swift decidió retirar todo su catálogo de música desde Spotify, incluyendo su último disco que ha sido todo un éxito de ventas superando las 1.2 millones de copias vendidas en su primera semana, argumentando que los servicios de música por streaming no pagan suficientes regalías a los artistas.

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El argumento de la cantante de pop está generando un enorme debate debido al tema de los pagos realizados por los servicios de música por streaming, en especial dado el rotundo éxito de su último disco que ha logrado retardar un poco la lenta muerte de la industria musical como la conocíamos. En una entrevista con Yahoo, Swift aseguró que:

El panorama de la industria musical está cambiando tan rápido que incluso cosas nuevas como Spotify parecen un gran experimento, y no estoy dispuesta a contribuir con el trabajo de toda mi vida a un experimento que no compensa justamente a los escritores, productores, artistas y creadores de esta música.

Lo absurdo del argumento de Swift es que no se da cuenta que la forma en que la industria de la música gana dinero ha cambiado radicalmente no solo respecto a cuando nació (1989, también es el nombre de su último disco), sino que también respecto a cuando lanzó su primer disco en el año 2006.

Según la RIAA, los servicios de música por streaming significaron el 27% de los ingresos totales de la industria musical la primera mitad del presente año, el que aumenta cada día más sin señales de detenerse.

Dentro de las personas de la industria musical que han levantado la voz para rebatir los argumentos de Swift se encuentra Bono de U2, quien afirmó que:

El enemigo real no está entre las descargas digitales y el streaming, sino que entre la opacidad y la transparencia. La industria musical se ha visto involucrada históricamente en una gran cantidad de engaños.

Bono tiene un argumento bastante razonable. Spotify gasta 70% de sus ingresos para el pago de regalías a los sellos discográficos y artistas, y afirma que el promedio de dinero «por stream» es entre USD$0,006 y USD$0,0084. De ahí a que ese dinero llegue al artista de manera justa es otro punto muy diferente.

De hecho, hace poco una importante compañía que recolecta los pagos de royalties para diversos artistas afirmó que ahora Spotify está pagando más regalías que iTunes en Europa, pese a que la tienda de música de Apple maneja cifras significativamente superiores al servicio de música por streaming.

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Eso lo tiene claro el manager de Adele, Jonathan Dickens, quien en una entrevista también defendió a Spotify argumentando que era absurdo pelearse con el servicio de música por streaming cuando «el mayor streamer de música es YouTube«. Entonces, «por un lado los sellos celebran 10 millones de reproducciones en YouTube como el golpe de marketing de un genio, pero por el otro lado miran 10 millones de streams en Spotify y dicen que es una cantidad X de pérdida en ventas«.

Finalmente, no está de más dar a conocer la postura del músico inglés Ed Sheeran cuando le preguntaron por las regalías que recibía de Spotify:

Estoy en la industria de la música para tocar en vivo. Es por eso que hago discos. Es por eso que doy entrevistas en radio. Es por eso que hago eventos de Amazon. Es por eso que pongo cosas en Spotify. Grabar música es fantástico, pero tocando en vivo es donde más me emociono.

Mi álbum fue reproducido 26 millones de veces en su primera semana en Spotify, lo que podrían llegar a significar 26 millones de personas distintas. Si eso significa que solo la décima parte considere comprar una entrada, con eso me basta para realizar una gira de forma tranquila.

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