En un reporte del Wall Street Journal (WSJ) se reveló que el Cuerpo de Alguaciles de Estados Unidos lleva a cabo desde el 2007 un programa de vigilancia enfocado a la localización de criminales pero que vulnera los derechos de privacidad de miles de estadounidenses.
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La anatomía de este programa de vigilancia es muy simple: dentro de pequeñas aeronaves se instalan dispositivos que simulan ser antenas de telefonía móvil. Éstos recogen datos específicos de cualquier teléfono vulnerable que esté en su rango de ubicación.
El programa opera aviones Cessna en al menos cinco aeropuertos de áreas metropolitanas y recoge datos de presuntos delincuentes pero también de cualquier tipo de ciudadano, fuentes cercanas a esta operación revelaron al WSJ. Los aviones están equipados con receptores IMSI que emulan ser torres de telefonía móvil para obtener la información de registro único y ubicación general de los teléfonos. Esto permitiría localizar a una personas con un rango de error de 3 metros solamente y además se puede obtener tanto texto como material multimedia.
Si bien las fuentes anónimas del WSJ aseguran que para realizar los vuelos de vigilancia se necesita de una orden judicial, una vez más esto puede conducir a la posible vulneración de la privacidad de cualquier persona que esté en el rango de estos receptores.