Existe una persona en el mundo que ha logrado llevar a la moneda electrónica de un concepto, a la realidad, implantándose un chip NFC que le permite almacenar y utilizar Bitcoins, manipular alarmas o abir la puerta de su hogar sin necesidad de llaves. Este suceso experimental ha sido un gran éxito para él.
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La locura comenzó cuando el empresario alemán Martijn Wismeijer, fundador de Mr Bitcoin, compañía dedicada a la operación de cajeros para la moneda criptográfica, tuvo la idea de facilitar el uso de esta mini tecnología en favor de las operaciones que cualquier smartphone o tablet pueden hacer.
Acudir a un médico no fue buena idea, según relata Wismeijer, así que fue en busca de un “artista de manipulación del cuerpo” con los recursos necesarios para implantarse el chip mediante una inyección. El procedimiento fue doloroso, y de hecho se necesitó un día entero para poder darle provecho a su funcionalidad. El empresario alemán lo relata de la siguiente manera:
No sean como yo: Quería probarlo incluso antes de que la sangre secara, pero es como un nuevo teléfono móvil que necesita estar cargado completamente antes de encenderlo por primera vez. Realmente deberías dejarlo sólo hasta que no haya más dolor y haya sanado o podrías tener riesgo de infección y entonces tu cuerpo podría rechazar el implante.
El chip almacena hasta 888 bytes de información, pero Wismeijer fue capaz de programarlo para que realizara otras funciones. Este venía preinstalado en una jeringa para insertarlo debajo de la piel grasa de la mano, midiendo 2 milímetros de ancho por 12 milímetros de largo. Otros chips con mayor capacidad de almacenamiento están desarrollándose, pero implantarlos sería más doloroso, ya que en vez de una jeringa, estos deberían ser desplegados bajo la piel.
Algo más que cabe mencionar y que pasó por la mente del alemán es que por ahora no es muy conveniente usar chips como método de pago con Bitcoins, a menos que el implante esté encriptado y de esta forma evitar robos. En realidad, el objetivo principal de este experimento resultó ser un éxito, lo que se traduce en “que mediante el apoyo a estos avances de bio-hacking podemos aprender lo que funciona y lo que no,” en palabras de Wismeijer.
En un futuro no muy distante seremos capaces de implantar más funcionalidades como sensores de glucosa subdérmicos o pulsómetros y otros dispositivos de monitorización para el seguimiento de la salud.