“El software se está comiendo al mundo.”, dijo célebremente al Wall Street Journal Marc Andreesen, fundador de Netscape y del fondo de capital de riesgo Andreesen-Horowitz.
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Y es verdad. La tecnología cada día ocupa un lugar más protagónico en nuestras vidas. Tiene sentido, puesto que la tecnología se inventa precisamente para mejorar procesos o el estado de las cosas. Por lo mismo, no va a haber industria que se salve del poder transformador que tienen las nuevas herramientas de innovación. Ni siquiera industrias tradicionales como la agricultura (The Climate Corporation), el entretenimiento (Netflix), la hotelería (Airbnb), la música (Spotify), el comercio (Amazon) o la educación (Khan Academy).
Quien no conoce de tecnología y no está haciendo algo para conocerla, está renunciando a un número creciente de oportunidades profesionales atractivas en el futuro. Es algo similar a las personas que no aprendieron inglés a finales del siglo XX; la globalización se olvidó de ellos/ellas y las nuevas economías internacionales les pasaron de largo.
Para esto han comenzado a existir las hacker schools, escuelas donde usualmente de maneras no convencionales se puede aprender sobre tecnología, sobre colaboración y sobre cómo utilizar las herramientas y metodologías de trabajo que han catapultado al éxito a empresas tecnológicas como Google o Amazon.
Prácticamente en cada una de las ciudades grandes de Estados Unidos ya existe una hacker school: en Nueva York están Flatiron y Hacker School; en Chicago está Starter League; en San Francisco están Hack Reactor y DevBootCamp; en Austin está Maker Square. Gracias a estos programas, muchas personas están logrando ponerse al frente de la carrera de innovación, la cual se mueve mucho más rápido que las universidades e instituciones educativas tradicionales.
En México, debe existir por lo menos una hacker school. Lo ideal es que acaben existiendo varias. El Dev.F. es la primera. Les platico un poco más por qué debe existir esto en nuestro país.
El siglo XXI está hecho de tecnología
“Mucha gente en los Estados Unidos y alrededor del mundo carece de las habilidades y educación requeridas para participar en las grandes nuevas compañías que están surgiendo de la revolución del software. Esta es una tragedia, ya que cada compañía con la que yo trabajo está absolutamente hambrienta de talento.” –Marc Andreesen
También en Estados Unidos, habrá 1.4 millones de los empleos mejor pagados en áreas de computación y solamente 0.4 millones (400,000) de estudiantes egresados de carreras técnicas computacionales para tomarlos (fuente MLH). En otras palabras, se quedarán sin llenar 1 millón de empleos jugosos, altamente lucrativos e interesantes en tecnología.
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Si esta es la situación en USA, en México debe de ser, en el mejor de los casos, muy similar; y en el peor de las casos, mucho más preocupante.
En México, y especialmente en el D.F., cada vez hay mayor presencia de grandes empresas tecnológicas: Google, Microsoft, Groupon, Linio, Rocket Internet, Ooyala, Oracle, Uber, entre otras. Por otro lado, también con el apoyo de aceleradoras como 500, Wayra y otras, están surgiendo muchas nuevas startups tecnológicas como Yaxi, Conekta, Click, Yogome, Boletia, y muchas más.
Una mayoría de estas empresas, si no es que todas, están también hambrientas de talento tecnológico. Ofrecen empleos interesantes, bien pagados o de rápido crecimiento, pero batallan y sufren dificultades diariamente para encontrar personas con los skills técnicos adecuados y actitud de resolver problemas.
Las hacker schools sirven para llenar este hueco enorme que existe en la oferta de talento tecnológico, ya que conocen cuáles son las maneras de pensar y las herramientas indicadas que son óptimas dentro de este tipo de ambientes de trabajo. No sólo las conocen, sino también saben cómo detectar al talento potencial que puede aprenderlas rápidamente y sacarles el máximo provecho. Además, por ser pequeñas e independientes, pueden constantemente adaptarse a los cambios tecnológicos conforme se vayan dando. No hay burocracia ni reglamentos que se los impida.
Esta es una razón más por la cual debe existir una o muchas hacker schools en México; para ser parte de la solución en formar la siguiente ola de talento tecnológico y así nutrir la desbordante demanda de talento técnico que no hará más que crecer en los próximos años.
Un sistema educativo roto
Como mencioné antes, el gran problema de todo esto es que las universidades, por sus colosales tamaños, problemas administrativos y burocracias, y también por sus arraigados paradigmas y rigidez en general, no están logrando moverse a la velocidad que se mueve el mundo de la tecnología y la innovación. Esto lleva a que las personas interesadas en aprender sobre estos temas tengan dos opciones: 1) aprender por su cuenta o 2) tomar algún curso por fuera.
Para la opción 1, se requiere de una fuerza de voluntad y disciplina de acero: mucha gente la tiene y lo logra, pero siéndoles muy honesto, yo no soy una de esas personas. Yo tendría que tomar la opción 2, porque mi concentración y motivación aumentan con una dinámica de grupo. El problema con la opción 2 es que no hay gran cosa de oferta para cursos en tecnología en México. Está fragmentado el mercado y lo que se aprende es frecuentemente insuficiente.
En este sentido, las hacker schools también sirven para ofrecer experiencias totalmente intensivas de aprendizaje en tecnología, generando además una cultura de colaboración y de pasión por construir, con lo cual acaban siendo también experiencias muy divertidas, especialmente para personas que realmente les interesan estos temas. Son la opción perfecta para aprender sobre la nueva ola de innovación.
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Además, en una hacker school se aprende más que nada haciendo. ¿Quieres construir software? Pues aprenderás construyendo un proyecto real de software que al mismo tiempo será una solución a un problema de tu interés. ¿Quieres programar aplicaciones en Android? Tus senseis y mentores, más que decirte cómo hacerlo, se sentarán a programar en Android contigo, y así aprenderás. Es mucho más motivante aprender las cosas aplicándolas de la misma manera en la que se hace allá afuera en el mundo laboral, que memorizándolas de un libro o caso de estudio.
Hacker Schools: una alternativa educativa más
Con todo esto, mi intención no es pelearme con las universidades. En otros sentidos, son realmente valiosas y se pueden aprovechar mucho para el crecimiento profesional. Más que verlas como un enemigo, en el Dev.F. vemos a las universidades como aliados naturales. Nuestros cursoshackers complementan de manera muy conveniente lo que ustedes ya están enseñando en sus clases. Si hacemos una alianza, podemos cubrir un área mayor del espectro educativo actual. Es la alianza de la escuela (universidades) con la des-escuela (las hacker schools / el Dev.F.).
Como ya he escrito en otro post, le llamamos des-escuela porque hacemos las cosas de manera diferente y porque nuestro objetivo es ser una alternativa más para quienes quieren ir más allá de la universidad. Gente en la industria ya está viendo el valor de esto:
“La mejor manera de mejorar el sistema educativo disfuncional en México y el mundo es a través del empoderamiento que una des-escuela como Dev.F. da a través de experiencias, contenidos y generación de comunidad y habilidades.” –Pepe Villatoro, CEO deCrowdfunder México.
“Necesitamos más Dev.F.’s, más escuelas independientes, verdaderamente comprometidas con transferir conocimiento tecnológico actualizado y sin seguir reglas que limiten al aprendizaje de valor como sucede en un aula tradicional” –Eduardo López de León, fundador y CEO de Icalia Labs.
El poder de crear
Al final, lo más valioso que se aprende en una hacker school es cómo crear cosas. Sobre todo cómo crear soluciones a problemas o cómo crear mejores maneras de hacer las cosas. Tener la capacidad de crear algo es realmente como un super-poder.
“Programming is the closest thing we have to superpowers.” –Drew Houston, fundador de Dropbox
Los hackers son los artesanos del siglo XXI y en el Dev.F. y en toda hacker school, queremos formar ejércitos de artesanos tecnológicos que construyan la siguiente ola de productos y soluciones tecnológicas que mejoren nuestras vidas. Si te interesa la tecnología y el desarrollo de software, únete al Dev.F. y a nuestro ejército de hackers.