Interstellar, la película de ciencia-ficción del director Christopher Nolan, está a punto de llegar a las carteleras. Aunque no se conoce mucho de la trama, se sabe que ésta se sitúa en un futuro en el que la Humanidad está al borde de la extinción.
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En una búsqueda desesperada por la salvación, un ex astronauta (al que da vida Matthew McConaughey) es reclutado para conducir un último vuelo que debe llevar a los humanos a otros sistemas estelares en los que poder volver a prosperar. Pero estas otras estrellas están muy lejos y para alcanzarlas los exploradores necesitan algo que les permita superar las limitaciones de los viajes espaciales y conquistar así grandes distancias.
Uno de los fenómenos cósmicos clave en el argumento de Interstellar son los agujeros negros, así que no es de extrañar que Nolan solicitase a Kip Thorne que le asesorase en el film para que tuviese una base científica certera. Thorne es una de las mayores autoridades mundiales en el campo de la física. Experto en teorías gravitacionales y astrofísica, fue compañero de Carl Sagan y Stephen Hawking.
La ciencia de Interstellar
Thorne ha prestado su sabiduría para tratar de traducir las ecuaciones que describen el comportamiento los agujeros negros en una imagen que pudiera mostrarse en la gran pantalla.
Los agujeros negros son uno de los objetos más extraños en el espacio. Es una región del espacio-tiempo donde la gravedad es tan fuerte que incluso la luz no puede escapar de ella. Son imposibles de ver y su presencia se intuye por el efecto de atracción que ejercen sobre la materia que está a su alrededor.
En este vídeo de la revista Wired Thorne explica el modelo matemático que ha servido de guía para crear la simulación más perfecta que se ha hecho jamás de un agujero negro. Un trabajo en el que han participado 30 personas durante un año y en el que se han generado 800 terabytes de datos y empleado varios ordenadores.
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La película maneja más conceptos científicos radicales como los agujeros de gusano, túneles en el universo que conectan dos puntos distantes a través de dimensiones más allá de las cuatro que experimentamos como el espacio y el tiempo.
Al igual que en los agujeros negros, la luz tampoco se comporta de forma convencional alrededor de un agujero de gusano. Es decir, no viaja en línea recta. Para describir su comportamiento Thorne tuvo que recurrir, de nuevo, a complejas matemáticas a partir de las cuales el experto en efectos digitales Paul Franklin creó, después, el software informático que ha dado vida a un “agujero de gusano” en la pantalla. El resultado, dicen, es impresionante y se asemeja a una bola de cristal que refleja el universo.
El resultado final del matrimonio Nolan-Thorne es que el cineasta ha conseguido espectaculares imágenes que permitan avanzar en la historia; y el físico, una película que enseña al público general la ciencia de fenómenos cósmicos de forma muy precisa.
Interstellar se estrena en todo el mundo la primera semana de noviembre. Entonces el público podrá ver y evaluar el resultado. Mientras tanto, podemos disfrutar del tercer y último tráiler de la película que se ha hecho público.
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