Cuando Edward Snowden reveló el masivo programa de espionaje de la NSA, el segundo artículo en ser publicado en los medios de comunicación trató de un programa llamado PRISM en el que la agencia de inteligencia operaba en conjunto con las principales empresas de Internet norteamericanas como Microsoft, Apple, Google, Yahoo y Facebook, entre otros.
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Si bien las empresas negaron cuidadosamente su colaboración, el golpe a su credibilidad sin duda fue duro pues posteriormente aparecerían documentos que avalaban las filtraciones, y que incluso señalaban que la agencia compensó con dinero a las empresas por los gastos operacionales de implementar PRISM.
Hoy surgió nueva información acerca de cómo la agencia de seguridad logró ‘convencer’ a las empresas de tecnología de unirse al programa PRISM, pues sin ser el abogado defensor de las empresas de tecnología, es difícil pensar que colaboraron felices con la NSA dado que precisamente sus negocios se basan en mantener la privacidad de sus usuarios (sí, sé que “tu eres el producto” para las empresas de publicidad, pero si una agencia compra un aviso en Facebook no significa que éstos puedan acceder a tus datos privados como sí tiene acceso la NSA).
En unas 1.500 páginas de documentos del gobierno que fueron desclasificados hoy se revela la agresiva batalla que mantuvieron las agencias de seguridad estadounidenses con las empresas para que aceptaran sus demandas para espiar a sus usuarios.
Entre ellas, señalan que en el año 2007 Yahoo recurrió a una corte secreta para determinar la inconstitucionalidad de los programas de espionaje de la NSA, pero tras perder la batalla judicial, se enfrentó a fines del año 2008 al hecho que el gobierno de forma secreta lo amenazó con una multa de USD$250.000 diarios si no implementaba los programas de espionaje en sus servidores. Tras ésto, convencer al resto de las empresas a acceder a las demandas de la NSA fue fácil para el gobierno.
Los detalles de la lucha de Yahoo por la privacidad de sus clientes fue sin duda bien recibido por organizaciones como la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles, quienes señalaron que “deberían ser alabados por resistir las demandas del gobierno por los datos privados de sus usuarios“, y que “los documentos de hoy solo revelan las necesidades de reformas estructurales básicas para otorgar transparencia a las actividades de vigilancia de la NSA“.