Si algo abunda en el mundo, son datos. Hay información sobre prácticamente cualquier cosa que imaginemos. Vivimos en una sociedad de estadísticas y tablas: desde los promedios de bateo en el béisbol hasta el índice de asaltos en una ciudad. Pero la mayoría de esos datos no son fácilmente accesibles, no pueden ser manipulados, no se puede construir con ellos. Están desaprovechados.
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Este mundo es, desafortunadamente, de los datos cerrados.
Sin embargo, desde hace varios años se ha pujado por un movimiento de apertura de datos. Información que podamos emplear para generar soluciones a problemas públicos; que sea útil en la elaboración de diagnósticos y políticas; que pueda transformarse en aplicaciones para la ciudadanía.
Pero, ¿quién tiene la voluntad, el tiempo y los recursos para abrir el camino? En pocas palabras, ¿quién va a apostar por los datos abiertos?
Por segunda ocasión, estoy frente a mi ordenador hablando con Manuel Morato, encargado de Comunicación de Codeando México. Esta vez viene acompañado. Junto a él, está Juan Pablo Escobar, un joven egresado del ITESM Monterrey que hoy se desempeña como Director Ejecutivo de la asociación. J.P. –léase jay pi, como le dice Manuel con su acento norteño– está aquí para presentarme su último proyecto: DataMX, la nueva plataforma de datos abiertos de México.
De la comunidad para la comunidad
Como el proyecto de Retos Públicos de Codeando México, esta iniciativa nació de la misma comunidad de programadores. Juan Pablo relata que en cinco hackatones –maratones de programación para elaborar aplicaciones– detectaron que tenían repositorios, bases de datos y fuente de consulta, pero todas aisladas entre sí.
Teníamos un montón de hackers cívicos con la intención de hacer cosas, pero era todo muy difícil –cuenta Juan Pablo– no se sabía con qué datos trabajábamos ni cómo podíamos reutilizarlos. Había un gran interés de la comunidad para trabajar con innovación cívica [para generar] un impacto social, pero la plataforma de datos del gobierno (datosabiertos.gob.mx) era una plataforma que nadie le entendía, muy compleja.
“En México hay datos públicos, pero no abiertos”, indica JP. Es decir, por ley, el gobierno mexicano libera datos de diversa índole, pero muchos están en formatos de difícil manipulación (PDF, por ejemplo); no están organizados ni centralizados; y, desafortunadamente, no son útiles para ser procesados sin requerir de un trabajo previo.
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Así, la misión era generar un movimiento de datos abiertos sustentable y apoyado en tres sectores: gobierno, empresas y organismos de la sociedad civil. Con ayuda de la fundación AVINA y de Omidar Network, han comenzado a trabajar en el repositorio de datos abiertos más grande de México. “Fuimos uno de los 4 proyectos seleccionados, de entre 140 participantes”, señala Juan Pablo, “fue un trabajo que hicimos entre todos en 4 fines de semana en nuestros tiempos libres.”
La plataforma
DataMX se trata de un espacio para centralizar los repositorios de datos abiertos de todo México, organizados por la misma comunidad. Para subir bases de datos, no se necesita más que una cuenta en el sistema, lo cual hace –en teoría– muy sencilla la participación de terceros en el proyecto.
Otro de los objetivos es crear una interfaz de programación (API) que permita conectarse a las bases de datos abiertos y optimice el proceso para los programadores. En términos sencillos, esto evitará que el desarrollador tenga que cargar las bases de datos en su aplicación o sistema, haciéndolo más pesado y lento.
Por supuesto, esto presenta varios desafíos y obstáculos. Uno de ellos es asegurarse que los datos que se carguen en la plataforma de verdad sean datos abiertos. Esto lo abordan desde dos frentes: uno, el de la asesoría, en el que Codeando México apoya a gobiernos y otras entidades para capacitarlos sobre cómo cargar las bases de datos. El otro, mucho más interesante, es el Centro de Apertura de Datos.
El Centro de Apertura de Datos funciona tipo Reddit. Un ciudadano o una organización suben un set de datos sin procesar y la comunidad va votando por cuál es prioritario abrir. Cada determinado tiempo –cada dos semanas o un mes, aún sin definir–, Codeando México elige al más popular y lo deja listo. De este modo, pueden aprender también cuál es el interés primordial de la comunidad.
Una apuesta por el desarrollo
Los datos abiertos presentan una oportunidad para que diversos actores se beneficien. Aunque los casos más ilustrativos son aquellos de aplicaciones móviles o web que los usan (como Mejora tu Escuela, que utiliza los resultados de la prueba ENLACE para clasificar a todas las escuelas del país), hay otras aplicaciones.
Para un gobierno, por ejemplo, le ayuda a acercarse con los desarrolladores para generar aplicaciones cívicas; en otros casos, permite que gobierno y organizaciones intercambien información útil para generar políticas públicas.
También hay un potencial económico, ejemplifica Manuel Morato con The Climate Corporation, una startup recientemente adquirida en mil millones de dólares y que se apoya en datos abiertos para hacer predicciones para agricultores.
No sólo los gobiernos [se benefician]; sabemos de cuatro startups grandes que se beneficiaron de los datos abiertos. Queremos que el tema sea mucho más mainstream, Que no sólo sea lo cívico, sino que también es utilizada para generar riqueza – señala Morato.
El proyecto tiene un objetivo de 18 meses, de los cuales ya han transcurrido 11. Los indicadores de éxito que tiene es el número de bases de datos subidas, cuál fue su nivel de uso y qué impacto tuvieron, cuántas aplicaciones cívicas se hicieron y generar un portafolio para demostrar la utilidad de los datos abiertos.
Finalmente, el escenario de datos abiertos está pasando por un periodo de crecimiento en América Latina. Mientras que en otras sociedades, ya es una buena práctica en diversos niveles, en este país es apenas un esbozo. Quedará en el resto de los actores que esta iniciativa sea un éxito, pero el primer paso ya está dado. Así que, por ahora, a abrir México una base de datos a la vez.