Si bien las gafas de realidad virtual Oculus Rift aún no llegan al mercado, su compañía creadora ya está despachando la segunda versión oficial del dispositivo, la cual apunta a conquistar a los desarrolladores de software y usuarios experimentados. Así, uno de estos juguetes llegó a manos de la gente del sitio web iFixit.com, quienes lo desarmaron completamente para encontrarse con un par de sorpresas.
PUBLICIDAD
Lo primero tiene que ver con la pantalla que se utiliza para desplegar los pixeles que generan el efecto de realidad virtual. Porque para sorpresa de muchos, no se trata de un panel fabricado especialmente para el dispositivo ni de una tecnología exclusiva, pues de hecho la pantalla es exactamente la misma que se encuentra en el teléfono móvil Samsung Galaxy Note 3.
Esta pantalla es del tipo AMOLED y apunta una resolución de 1080 x 960 a cada ojo humano, aunque ha sido ligeramente modificada por la gente de Oculus para aumentar la tasa de refreso a 75Hz. Pero aparte de aquello no hay más diferencias, pues de hecho el panel incluso posee las conexiones para darle soporte táctil y viene con el molde exacto para ajustarla a un Galaxy Note 3, con agujeros para la cámara y todo incluido.
Aparte de aquello está el asunto de la facilidad (o dificultad) de reparación, lo que afortunadamente trae buenas noticias bajo el brazo ya que el Oculus Rift es muy fácil de arreglar en caso que presente fallas, siendo muy simple el proceso de desarmarlo y eventualmente, cambiar piezas. De hecho, la gente de iFixit.com le otorga un puntaje de 9 en una escala cuyo máximo es el 10.