A muchas personas, cuando escuchan la palabra “hacker”, lo primero que les viene a la mente es la imagen de un joven desaliñado y nervioso; encerrado en su habitación, frente a su ordenador; digitando ansioso y con placer enfermizo, códigos y scripts para romper contraseñas e ingresar a los sistemas con el solo propósito de cometer fechorías: robar números de tarjetas de crédito, extraer dinero de cuentas bancarias, o abrir puertas “ultra seguras”; y en el mejor de los casos, hackear sitios web, burlándose de grandes empresas y entidades de gobierno.
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Sin embargo, a pocos se nos ocurre que un hacker pueda ser un elemento útil a la sociedad. Así, pensamos que un ingeniero informático, con excelentes habilidades en computación, dedicado a la seguridad de los sistemas en empresas y entidades del gobierno, no es un hacker; un hacker es necesariamente alguien “malo”.
(c) The Wall Street Journal
Si mencionamos a los especialistas informáticos que trabajan para los servicios de inteligencia de gobierno de un país; que velan por “nuestra seguridad” -ya no nos creemos ese “cuento”- espiando a criminales, terroristas, espías extranjeros, etc.; a ellos tampoco se les suele llamar hackers.
Entonces: Edward Snowden ¿era o no era un hacker?, ¿o solo era un brillante y honesto empleado de la CIA? ¿Y Mark Zuckerberg? ¿No era un hacker cuando fundó Facebook?, ¿lo sigue siendo, o ya no? ¿Qué es entonces un hacker?
Para no explayarnos demasiado, definamos a un hacker como un individuo con un conocimiento profundo del funcionamiento interno de un sistema, en particular de computadoras y redes informáticas; que le permite tener un gran control de los sistemas. Un hacker puede ser empleado en una empresa o un individuo independiente. No lo definamos como un criminal por defecto; existen malos hackers, pero la mayoría no lo son.
Los hackers independientes se agrupan por lo general, en comunidades. Las acciones que realizan son a menudo consideradas como ilegales por los gobiernos, o en el mejor de los casos, sospechosas.
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En el video de arriba, la geekette y hacker (“experta en ciberseguridad”), Keren Eleazari, habla del tema en la conferencia TED titulada: “Hackers: el sistema inmunológico de Internet”.
Eleazari afirma con convicción, que nuestra sociedad necesita a los hackers; son ellos los que nos fuerzan a evolucionar y a mejorar. Muchos de ellos luchan contra la corrupción de gobiernos y en favor de nuestros derechos.
Según ella, a Internet no le gusta que le retiren cosas. Si alguien lo hace, se arriesga sufrir ciberataques. Cita como ejemplo, a la Iglesia (o secta) de la Cientología que hizo borrar unos videos comprometedores que se habían filtrado en la web.
Según ella, los hackers son los defensores de nuestros derechos, de nuestras libertades; sobre todo, de nuestra libertad en internet. Cita como ejemplo, la revolución en Egipto, donde el gobierno cortó el acceso a internet a todo el país.
(c) The Wall Street Journal
Los hackers del mundo lo tomaron como una afrenta personal, y se dedicaron a ayudarles encontrando diversas maneras de proveerles de un acceso a internet, para que las imágenes que mostraban el abuso y crueldad del gobierno, fueran vistas en todo el mundo.
En cuanto a la seguridad de las empresas, cita el caso de un hacker que forzó al fabricante de hardware ASUS, a reparar un problema de seguridad en uno de sus modelos de router, que exponía a los usuarios a que a sus discos duros fueran accesibles por cualquiera, por internet y sin necesidad de contraseña.
También cita el caso de Facebook, donde un hacker palestino ingresó al muro Facebook de Mark Zuckerberg para informarle directamente del problema de seguridad, pues no le hicieron caso cuando lo hizo por la vía regular. Facebook fue forzado a solucionar el problema y por ende a proteger nuestra seguridad.
Los hackers serían entonces, un elemento de cambio y evolución de la tecnología en cuanto a seguridad se refiere, y al mismo tiempo serían los protectores de nuestros derechos; un instrumento de presión para limitar los excesos de los gobiernos que quieren controlar Internet. Sería en resumen: el sistema inmunológico de Internet, tal como los llama Keren Eleazari.
No obstante, se plantean algunas interrogantes: ¿Quién nos garantiza la integridad moral de los hackers independientes? ¿Quién decide lo que es moralmente correcto? ¿Cuál es la frontera entre un acto justo y otro malintencionado? ¿Bajo qué criterios, un ataque informático es justo y necesario? ¿Existe un sistema de autocontrol al interior de las comunidades de hackers?