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Los retos de la llegada de Netflix a la TV por cable

El acuerdo entre Netflix y 3 empresas de televisión por cable plantea retos a la distribución de contenidos en línea.

Con el avance de la tecnología – particularmente con la expansión del uso de Internet – se volvió popular el concepto de convergencia tecnológica. La idea de disfrutar de diversos servicios a través de una sola tecnología se percibía como una opción real. Las aplicaciones basadas en Internet comenzaron a emular las características de medios de comunicación tradicionales como la radio y la televisión, basadas en la arquitectura abierta y descentralizada de Internet.

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En este escenario, los proveedores de servicio de Internet (ISP) se limitaban a llevar el tráfico de sus clientes, independientemente de la aplicación que los generara. Se trataba de un esquema con el cual estas empresas se encontraban cómodas, dado que el simple hecho de ofrecer su infraestructura para que sus clientes accedieran a Internet representaba un buen negocio en sí mismo. La neutralidad de la red garantizaba que esto continuara sucediendo.

Sin embargo, la popularidad de algunas aplicaciones como Netflix hizo que los ISP repensaran su postura, debido a los costos generados por cuestiones de gestión de tráfico en sus redes. Los productores de contenidos – principalmente audiovisuales – que demandan una alta tasa de transferencia comenzaron a ser vistos como los malos de la película, al utilizar la infraestructura de los ISP y congestionarla sin dar una sola moneda a cambio.

(cc) vancouverfilmschool / Flickr

El trato cerrado entre Comcast y Netflix generó suspicacias y alentó la desconfianza de algunos actores del ecosistema de Internet. Sobre todo cuando los resultados del índice de velocidades de ISP de Netflix mostraron que la conexión con Comcast había mejorado notablemente luego del acuerdo. Ahora, el anuncio de la llegada de Netflix a 3 sistemas de televisión de paga en Estados Unidos plantea nuevas dudas y algunos retos para el sector.

Mientras la naturaleza de Internet había permitido que los productores de contenidos audiovisuales dedicaran sus esfuerzos a desarrollar aplicaciones estables y contenidos de calidad, las presiones comerciales ahora demandan que parte de sus recursos se reorienten a tratos con los ISP para obtener un trato preferencial o al menos para no sufrir obstrucciones.  El debate relacionado con este tema cobrará especial relevancia en los próximos días, cuando se haga pública la nueva propuesta de la FCC para proteger – o no – a la neutralidad de la red.

Algunas opiniones, como la del CEO de BitTorrent, Eric Klinker, se inclinan hacia el aprovechamiento de las características técnicas de Internet para solventar este problema. El ejecutivo menciona que el uso de soluciones peer-to-peer podría ser benéfico para Netflix:

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¿Qué pasaría su los usuarios de grandes anchos de banda, por ejemplo Netflix, trabajaran más como BitTorrent? Si lo hicieran, cada transmisión – cada parte de contenido – tendría una dirección única y sería transmitida peer-to-peer. Eso significa que el tráfico de Netflix ya no provendría de uno o dos lugares fáciles de bloquear. Al contrario, provendría de todas partes, todo a la vez; de direcciones que no serían fácilmente identificables como direcciones de Netflix.

Para otros, la solución pasa por la implementación de servicios diferenciados a través de Internet. En este escenario, tales servicios tendrían que ser regulados con rigor, de modo que fuera explícito que no se trata de aplicaciones basadas en Internet, a pesar de que utilicen la misma infraestructura para llegar a los usuarios.

En cualquier caso, las señales que manda Netflix son claras para todos los actores: el negocio se encontrará en la distribución de contenidos audiovisuales atractivos. La clave será elegir la mejor tecnología para lograrlo.

Link: The Washington Post

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