El uso de aviones no tripulados basados en rotores, también conocidos como «drones» (término que se usa ya para cualquier cosa que no tenga piloto) empieza a ser un negocio importante en algunos países. El uso de estos aparatos voladores capaces de cargar con una carga no muy pesada, se está empezando a usar de forma masiva en negocios como la producción de vídeo. Pero no olvidemos proyectos como el de Amazon PrimeAir.
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Estas aeronaves se venden en Europa, pero no existe una cierta legislación que les ponga un límite y que también les de cierta certeza jurídica de qué se puede o qué no se puede hacer con ellos. La Agencia Europea de seguridad Aérea (EASA) está empezando a preparar una legislación que regule el uso de drones.
Se trata de tener claras las implicaciones y obligaciones que una empresa o un piloto de un dron pueda hacer con él. Por ejemplo la relación con la protección de la intimidad con algunos drones que recorren ciudades para hacer vídeos artísticos, pero los cuales podrían saltarse la intimidad de otros ciudadanos.
Es quizá uno de los temores de la UE es el uso de estas naves en contra de la seguridad, al tratarse de pequeñas aeronaves que por regla general podrían acceder a casi cualquier sitio desde una distancia de seguridad.
En España, la Agencia Estatal de Seguridad Aérea se ha visto obligada ha mandar un comunicado acerca del uso de estas naves. En el documento se indican que por ejemplo el uso de drones no está permitido para el uso civil con fines comerciales o profesionales.
En España no está permitido el uso de drones para aplicaciones civiles (para uso militar existe una normativa que permite su operación exclusivamente en espacio aéreo segregado). Es decir, no está permitido, y nunca lo ha estado, el uso de aeronaves pilotadas por control remoto con fines comerciales o profesionales, para realizar actividades consideradas trabajos aéreos […]
¿Quiere esto decir que el AR.Drone que compraste a tu hijo en navidad es ahora «ilegal». Por suerte no. El uso recreativo de los drones está permitido y gestionado por el Real Federación Aeronáutica de España.
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Los aeromodelos vuelan por debajo de los 100 metros de altura y no pueden volar sobre núcleos urbanos ni sobre grupos de población (playas, conciertos, las calles de cualquier ciudad, etc…). Deben volar en zonas habilitadas para ello. Lo contrario, puede suponer sanciones y se debe denunciar.
Cualquier dron capaz de volar por debajo de los 100 metros está permitido, siempre que su uso sea de recreo. Por lo que deja a muchas nuevas empresas sin un negocio que empieza a dar sus resultados económicos.
Con la normativa Europea, no se debería tardar en tener una ley que regule el uso de drones para el uso comercial y espectaculares como este.
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