La empresa estadounidense Malibu Media es conocida en ese país por ser un “troll del copyright” que apunta a un segmento bastante específico: Las personas que descargan películas pornográficas de forma ilegal.
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El rentable modelo de negocios de la empresa consiste en que una persona que busca cuidar su reputación preferirá pagarles a ellos la suma de dinero que pidan, a cambio de no ir a un juzgado acusado de descargar pornografía.
Se calcula que hasta la fecha la empresa ha realizado unas 1.000 demandas, todas ellas basadas en que si una determinada dirección IP descargó una película, por ende el usuario de la conexión es el responsable de la descarga.
Sin embargo, la semana pasada un juez federal de Florida desechó una de estas demandas con un razonamiento legal destacable y muy simple, y que hasta el momento no había sido utilizado por ninguno de sus pares: “No hay nada que asocie la ubicación de una dirección IP a la identidad de la persona que estaría descargando los videos del acusador, ni que ésta viva en ese distrito“.
Si bien hace un par de años atrás se dio un caso similar en Estados Unidos, la diferencia es que en esa ocasión se trataba de un juicio masivo donde el argumento del juez era que había que realizar demandas directas contra usuarios específicos, sin descartar la demanda en base a argumentos que van a la raíz del problema como es este nuevo caso. Si esta decisión sienta un precedente entre los jueces estadounidenses, podría significar el fin de las demandas de los ‘trolls del copyright’ por la descarga de películas ilegales.
Link: Ars Technica