Política

GoDaddy restablece el sitio de #1DMX sin dar explicaciones

Organizaciones como WikiLeaks y la Electronic Frontier Foundation cuestionan a la empresa y al gobierno de EE.UU por su participación en la censura.

La denuncia del colectivo #1DMX sobre la censura a su sitio web agitó las olas. Ante la acusación de la intervención de la Embajada de Estados Unidos a petición de la Secretaría de Gobernación de México, organismos internacionales como la Electronic Frontier Foundation o WikiLeaks expresaron su rechazo a la acción de GoDaddy, proveedor de alojamiento del sitio.

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La respuesta de GoDaddy ha sido subir de nuevo la página web de #1DMX sin dar mayores explicaciones. La página, donde se ha hecho documentación de denuncias de abusos de autoridades contra manifestantes y periodistas, ya puede ser consultada nuevamente en su dominio original (1dmx.org).

Otros grupos como ContingenteMX -una agrupación de activistas de derechos humanos en México- se han pronunciado en contra de la censura hecha a #1DMX. Así mismo, Article 19 ha pedido al gobierno mexicano que responda sobre el caso.

También se ha coordinado una campaña de denuncia a través de la etiqueta #CensuraMXta y la cuenta de Twitter @CensuraMX.

La denuncia no ha caído en oídos sordos para la prensa internacional, que ya empieza a cuestionar las razones del gobierno de Estados Unidos (a través del Departamento de Seguridad Nacional) para promover la censura del sitio. La EFF plantea dudas serias:

¿Por qué GoDaddy retiró contenido con la excusa de ser parte de una investigación legal, cuando la compañía no solicitó ningún documento judicial formal o una orden oficial de la corte? ¿Y por qué la embajada de Estados Unidos está actuando como un mensajero para un proceso legal opaco que resultó en censura dentro de Estados Unidos?

GoDaddy ya ha enfrentado a un escenario similar en 2011, cuando la empresa mostró su apoyo a la ley SOPA, que permitiría la censura de sitios por infracciones de copyright. En esa ocasión, se produjo un éxodo de usuarios a causa de su postura -incluida la Fundación Wikimedia-. Nuevamente, la opacidad rodea a la empresa de alojamiento, en un acto de censura que involucra tanto al gobierno de México como la complicidad del gobierno de EE.UU.

La súbita reaparición del sitio, lejos de acallar a los activistas, avivará la petición hecha para que las autoridades competentes -en este caso, el comisionado Manuel Mondragón y Kalb– expliquen sus acciones. También a GoDaddy y la embajada de Estados Unidos deben responder los cuestionamientos ante esta lamentable situación.

Cierro con una elocuente cita del comunicado de prensa emitido ayer por #1DMX:

¿Cuántas páginas más ha tirado el gobierno mexicano? ¿Por qué el gobierno estadounidense colabora para censurar la libre manifestación de las ideas en otros países? ¿Quiénes deberían estar bajo investigación, las autoridades que reprimen o la ciudadanía que documenta y denuncia esos abusos? La censura previa es una violación a los derechos humanos y un acto inconstitucional inaceptable, propio de los regímenes autoritarios. (…) Si la censura no respeta fronteras, que la libertad, la información y la solidaridad tampoco lo hagan.

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