Ciencia

Detectan señal producida por las ondas gravitacionales de los inicios del universo

El equipo de científicos afirmó que el descubrimiento es una evidencia directa de la teoría de la Inflación Cósmica.

El Fondo de Radiación Cósmica es un ‘baño’ de microondas imperceptible para el ojo humano de la primera luz que existió en el universo cuando solo tenía 380.000 años de edad. Esto es mucho antes de que aparecieran las primeras estrellas y galaxias, siendo la luz más temprana del universo a la que tenemos acceso.

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Uno de sus efectos más visibles y que demuestra el constante bombardeo de este tipo de radiación en nuestra vida cotidiana se puede apreciar en que el Fondo de Radiación Cósmica es el responsable del 1% del ruido en la imagen de un televisor a tubo mal sintonizado.

El asunto es que este Fondo de Radiación Cósmica contiene una enorme interrogante, y es que si bien hay zonas levemente más calientes o más frías, se puede verlo prácticamente igual sea la dirección que sea hacia donde lo observemos.

Para responder por qué el universo se ve igual para todos lados (entre otros problemas de la física), a comienzos de la década de los ochenta se propuso una teoría llamada Inflación Cósmica, la que argumenta que en sus inicios el universo habría sufrido una enorme expansión a un ritmo exponencial, que lo habría dejado más homogéneo, tal como lo podemos detectar hoy en día.

Lo que encontró el BICEP2

Eso sí, la teoría de la Inflación Cósmica viene acompañada de una predicción bastante específica, y que está relacionada con las llamadas ondas gravitacionales, una perturbación del espaciotiempo generada por el movimiento de un objeto extremadamente masivo (algo similar a las olas generadas en el agua cuando un objeto se mueve por su superficie), y cuyo efecto —extremadamente pequeño— sería hacer que los objetos se contraigan y estiren a su paso.

Estas ondas gravitacionales deberían dejar una marca especial en el Fondo de Radiación Cósmica, que los científicos han intentado detectar durante años.

Ahora, el equipo detrás del BICEP2, un telescopio ubicado en el Polo Sur perteneciente a la Universidad de Harvard anunció oficialmente que han detectado esta marca, una señal especial llamada Modo-B que fue producida por las ondas gravitacionales primordiales del universo, lo que reforzaría enormemente la teoría del Big Bang y la de la Inflación Cósmica.

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“La detección de esta señal es una de las metas más importantes de la cosmología moderna. Una enorme cantidad de trabajo de una gran cantidad de gente nos ha traído hasta este punto”, afirmó el profesor John Kovac, uno de los líderes del equipo detrás del BICEP2.

Link: Arxiv – Harvard

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