Sony ha tomado la decisión de vender su unidad de negocios de PC – incluida la marca VAIO – para concentrarse en otras líneas donde la empresa tiene (o planea tener) más fuerza: dispositivos móviles (smartphones y tablets), videojuegos y cámaras digitales. Boom. Aún para los detractores de la era post-PC, es una noticia que sacude el mercado.
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La pregunta ya no es si vivimos el fin del reinado de la PC. En 2011 HP ya anunciaba que cerraría su división de computadoras personales (sólo para revertir esa decisión e invertir fuertemente en innovación). La tendencia es clara desde hace un par de años: hay un contracción constante en el mercado. No hay que confundirlo con “la muerte de la PC” (¡por favor!, ¿podemos dejar de matar todo a cada momento?); sino con la pérdida del lugar hegemónico de la computadora personal en la tecnología de consumo. Las PC seguirán siendo usadas por un buen tiempo más – sobre todo en aplicaciones específicas e industriales – pero su lugar con el consumidor promedio está en disputa.
Entonces, la duda no es si las marcas dejarán de producir computadoras, sino quiénes y cuándo. No hablemos ya de conceptos (si vivimos la era post-PC que dijo Steve Jobs o si es la PC+ que sostiene Microsoft), sino de cifras, demanda y mercado.
Menos producción de PCs
En 2013 se vendió 10% menos de PCs que en 2012 (315,9 millones de unidades) y el porcentaje de ventas ha ido decreciendo desde hace seis trimestres de forma consecutiva. El último periodo con un incremento fue el primer trimestre (enero-marzo) de 2012 (+2,3%).
Cada vez se venden menos PC en el mundo, así de simple. Con excepción de Apple y Lenovo, al resto de los fabricantes no les reditúa tanto su división de ordenadores personales. Mientras que Lenovo ha tenido un crecimiento considerable en cuota de mercado, empresas tradicionales de PC como Asus o Acer han caído estrepitosamente. Para 2013, Asus había perdido 34,1% del mercado y Acer, 34,5%.
Es muy lógico que ciertas compañías coqueteen con la idea de dejar de producir ordenadores para enfocarse en otras divisiones, como es el caso de LG. La contracción del mercado hace que cada vez haya menos espacio, por lo que hay que priorizar esfuerzos. A la par, el crecimiento de la demanda de dispositivos móviles es tentador para los fabricantes -incluso, aquellos con fuerza en PC como Lenovo están dirigiendo su estrategia hacia ese rubro, como muestra la compra de Motorola Mobility-.
Esto no quiere decir que las empresas ya no produzcan más PC. De entrada, la reducción del mercado no está considerando a las economías emergentes – como los países de América Latina – donde el ordenador personal aún mantiene su importancia; al igual que el mercado chino, que ha beneficiado a Lenovo. Sin embargo, la era de la todología tecnológica terminó: no es óptimo mantener presencia en un mercado que se contrae si ése no es tu fuerte, mucho menos si tu espectro de productos es muy amplio.
El movimiento de Sony es una declaración para el resto de la competencia. Esta decisión pondrá a varios CEO a reconsiderar su postura y definir si quieren seguir peleando por una tajada de un pastel que cada vez en más chico o si se enfocan en otras áreas en expansión (móviles, electrodomésticos, smartwatches, la que sea). Quizá no estemos en ese mundo post-PC que Jobs predijo, pero algo es cierto: dos años de contracción continua no son un simple hipo. Sony ya lo entendió. ¿Quién será el siguiente?