El lago que existió en el cráter Gale en Marte pudo haber tenido microbios tipo chemolithoautotrophs, concluyeron científicos tras analizar los datos enviados por el rover Curiosity desde el planeta rojo.
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Estos microbios no requieren luz para funcionar, sino que consiguen su energía de minerales y rocas. En la Tierra, existen de forma subterránea en cuevas o en el fondo del océano. En el cráter Gale, tales organismos habrían encontrado un medio viable, que según los geólogos, se parece a lo que se cree que fue la Tierra en su juventud.
Los investigadores de Curiosity publicaron seis papers en la revista Science con estos datos, agregando también detalles respecto a teorías anteriores.
Gran parte de la discusión está en torno a una depresión en el suelo del cráter, cercana al lugar de aterrizaje de Curiosity. Esta depresión, conocida como Yellowknife bay, contiene según los análisis lutita, una roca sedimentaria que fue compuesta originalmente por barro o arcilla. Actualmente son rocas secas, pero originalmente estaban bajo el agua de un lago, cuyas condiciones habrían sido favorables para la vida.
Curiosity perforó el suelo buscando muestras.
La clave para la habitabilidad está en la disponibilidad de los elementos esenciales, como el carbono, hidrógeno, oxígeno, azufre, nitrógeno y fósforo. Todos han sido detectados por Curiosity, en formas que los microbios podrían haber utilizado.
La depresión donde Curiosity encontró las lutitas es de unos 60 metros de ancho, pero los geólogos creen que es sólo una pequeña área expuesta y que el área completa del lago podría extenderse a unos 30 km cuadrados o más, escondido debajo de otros sedimentos.
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El grosor de la roca analizada también da pistas del tiempo que el agua pudo estar presente, y que podría ser entre cientos y miles de años, solo observando las capas visibles del fondo.
Curiosity logró además calcular la antigüedad de las rocas, determinando que tienen 4.210 millones de años (con un margen de error de 350 millones de años). El cálculo se hizo midiendo el potasio radiactivo y los átomos de argón encontrados dentro de las rocas. Otra medición revela que las lutitas se vieron expuestas a la superficie debido a la erosión hace unos 78 millones de años (con un margen de error de 30 millones de años), lo que geológicamente hablando es reciente.
Los resultados permitirán a los científicos determinar dónde debería cavar Curiosity ahora. Los lugares que resultaron erosionados recientemente podrían contener todavía componentes orgánicos a pocos centímetros bajo la superficie.
Link: BBC News